IRENE DUNNE

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    Irene Marie Dunne nació en Louisville, Kentucky un 20 de diciembre. Los historiadores no se ponen de acuerdo si de 1898, 1901, 1903, 1904 o 1907. Fue una famosa actriz muy conocida en la década de los 30, siendo una de las actrices de comedia preferidas de aquella época. Su padre era un inspector federal de los barcos que surcaban el Mississippi, y su madre una antigua pianista.
    Desde muy pequeña, sus dotes para el arte decidieron a sus padres deciden dedicarla a la interpretación, la música y la declamación. Estudia en la Indianapolis Fine Arts Academy y, posteriormente, amplia conocimientos en la Musical College de Chicago. Su deseo era ser intérprete de ópera pero fracasó en el intento de formar parte del Metropolitan de Nueva York.

    En 1920 debuta en Chicago con la comedia musical «Irene». Dos años después inicia una exitosa carrera teatral en Broadway con «The clining vine», «Lollipops», «The city chap», «Sweetheart time», «She’s my maby», «Luckee girl» o «Show boat», entre otras obras. En 1927, cuando la actriz es ya una cotizada estrella de la escena, se casa con el doctor Francis Griffin, permaneciendo a su lado hasta la muerte de éste, el 15 de octubre de 1965. La pareja adoptó una hija, Mary Frances
    En 1930 Irene Dunne es contratada por Hollywood, y comienza su trayectoria cinematográfica en la RKO. Máxima de los años 30 del siglo XX, su estrella palidecerá ligeramente en los 40 y, sabiamente, se retirará del cine a principios de los 50. A partir de ese momento se limitará a algunas apariciones televisivas.

    Irene Dunne fue una actriz muy dúctil que trabajó con igual eficacia tanto en el melodrama y en la comedia como en películas de aventuras. sus títulos más importantes fueron «Cimarron» (1931) de Wesley Ruggles,m por la que fue nominada al Oscar por primera vez, «Roberta» (1935) de William A. Seiter, «Sublime Obsesión» (1931) de John M. Stahl, «Magnolia» (1936) de James Whale, «Los pecados de Teodora» (1936) de Richard Boleslawski (su segunda nominación al Oscar), «La pícara puritana» (1937) de Leo McCarey (tercera nominación al Oscar), «La furia del oro negro» (1937) de Rouben Mamoulian, «El placer de vivir» (1938) de Tay Garnett y la primera versión de «Tú y yo» (1939), dirigida por Leo McCarey donde logró su cuarta nominación al Oscar, y «Nunca la olvidaré» (1949) de George Stevens, por la que Irene fue nominada por quinta y última vez al Oscar. Nunca ganó ninguno. Se retiró en 1952, siendo una de las actrices de Hollywood con más éxito.

    La carrera de Irenne Dunne fue un ejemplo de profesionalidad y de sentido común. Su eficacia y escasa facilidad para el vedetismo la convirtieron en una «rara avis» en la costelación del Hollywood de los años 30. Una carrera bastante positiva y una retirada a tiempo fueron sus bazas que la mantienen entre las más miticas estrellas de Hollywood.
    Una vez retirada del cine, Irene Dunne emprendió una carrera política en el Partido Republicano. En 1957, Dunne fue nombrada delegada de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas por el presidente Dwight D. Eisenhower, en reconocimiento a sus obras de caridad y a su interés por la causa Republicana. Católica devota, ocupó además diferentes puestos directivos en organizaciones de caridad, y las relacionadas con los sindicatos de actores y técnicos cinematográficos.

    su última actividad artística fue una aparición en un espectáculo de Broadway, en 1965: «Ken Murray’s Hollywood». Irene Dunne murió en su casa de Holmby Hills (Los Ángeles, California) de un ataque cardíaco el 4 de septiembre de 1990. Está enterrada en el cementerio Calvary, en Los Ángeles.