HELMUT BERGER

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    Helmut Steinberger, conocido artísticamente como Helmut Berger (Bad Ischl, 29 de mayo de 1944 – Salzburgo, 18 de mayo de 2023), fue un actor austriaco, conocido sobre todo por su participación en varias películas de Luchino Visconti, al que se le denominó durante años como «el viudo de Visconti». Fue considerado un símbolo sexual en las décadas de 1960 y 1970.

    Nació con el nombre Helmut Steinberger en el seno de una familia pudiente y dedicada al negocio de la hostelería. Se educó muy espartanamente con los maristas de Friburgo, donde se mostró tan reacio a esa disciplina que se fugó y, en vez de volver a casa y seguir en el negocio familiar, se marchó al brillante Londres de su época, viviendo a salto de mata. En 1964 conoció a Luchino Visconti en Roma, adonde había llegado procedente de Perugia, donde estudiaba idiomas (Berger dominaba el francés, el inglés y el italiano, además de su nativo alemán). Visconti acababa de ser abandonado por su pareja anterior, Alain Delon, estaba rodando «Sandra» (1965) y se enamoró de él. Pronto se convirtió en amante del director, que posteriormente le legaría su herencia y le prometió educarlo como actor y dirigir su carrera, aunque tuvo que soportar hasta su muerte las borracheras del alcohólico Berger, sus desplantes y periódicos abandonos y sus coqueteos con todo tipo de drogas. Berger siempre se definió como bisexual.

    Sus primeras películas le revelaron como un actor de gran prestancia física. Una de las que le hicieron saltar a la fama fue «La caída de los dioses» de Visconti (1969), donde interpretaba un papel que, pese a resultar «escandaloso para la época» (travestido en la fiesta de la primera escena, empresario nazi, incestuoso y pedófilo), fue un gran éxito debido a que la firma de Visconti, uno de los creadores del neorrealismo, valía mucho y porque la película reflejaba la connivencia de grandes industriales alemanes como los Krupp con el nazismo.

    Al año siguiente, en 1970, protagonizó una de las muchas películas que se han hecho de la novela «El retrato de Dorian Gray» de Oscar Wilde, dirigida por el director italiano Massimo Dallamno, titulada como la novela homónima y que estaba ambientada en los años setenta. Los fotomontajes que se hicieron para la promoción del filme fueron considerados atrevidos, mostrando al actor y a la actriz Marie Liljedahl, quien interpretaba a Sybil Vane, juntos, desnudos y en otras poses.

    En 1972 volvería a colaborar con Visconti para la película «Luis II de Baviera», biografía del rey del mismo nombre. Visconti, conde de Modrone y de «rancio abolengo», comunista de ideología, compartía con el rey la homosexualidad. Pero, desmarcándose de la tradición que siempre había representado a Luis II como «el rey virgen» (en Alemania), el rey romántico por excelencia (según el poeta Luis Cernuda) o ambas cosas, nos muestra cómo el paso del tiempo va deteriorando física y mentalmente al monarca; cómo fue el mecenas que apoyó al compositor Richard Wagner para que pudiera hacer carrera y levantar un teatro a su medida en Bayreuth; su relación con su prima, la emperatriz Isabel de Austria-Hungría Sissi (Romy Schneider), y su fantasiosa vida en los palacios que hizo construir (como el castillo de Neuschwanstein, rodeado de atractivos artistas y soldados. No se olvida de la derrota militar junto a Austria y frente a Prusia, así como de su resistencia a integrar Baviera en el II Reich. Visconti no se apunta a la tesis del suicidio del monarca y deja la puerta abierta al asesinato. Silvana Mangano interpretaba a la amante de Richard Wagner.

    En 1974, Berger actuó junto a Burt Lancaster en «Confidencias», de Visconti. La historia de esta película se considera a menudo como una alegoría de la relación personal entre Berger y Visconti. En varias ocasiones Berger mencionó esta película como su favorita. En 1973 había rodado «Miércoles de ceniza» con Elizabeth Taylor y Henry Fonda. A la muerte de Visconti en 1976 sufrió una depresión e intentó suicidarse al cumplirse el primer aniversario.

    Berger trabaja con regularidad, pero sus papeles son secundarios: se pueden citar la erótica «Salon Kitty» de Tinto Brass y «Faceless» del español Jess Franco. Encasillado como actor decadente, declaró a la periodista Pilar Eyre: «Io sono stanco de la mia faccia» («Estoy harto de mi propia cara»), y haber tenido una relación con la actriz suiza Ursula Andress y otra con la actriz austriaca Marisa Mell.

    Uno de sus papeles más recordados, tras el fallecimiento de Visconti, fue el de Frederick Keinszig en la película de Francis Ford Coppola «El padrino III», en 1990. También participó en algunos episodios de la popular serie de televisión «Dinastía» y en otras ficciones televisivas. En 1994 contrajo matrimonio con la actriz Francesca Guidato. Siempre se refirió a sí mismo como el «viudo de Visconti».​

    Berger era abiertamente bisexual. Estuvo en una relación con su director y mentor Luchino Visconti y la actriz Marisa Berenson. Berger se casó con la escritora y modelo italiana Francesca Guidato el 19 de noviembre de 1994. Después de 2010 vivieron separados. Berger vivió durante muchos años en Roma, pero regresó a Salzburgo en la década de 2000 para cuidar de su anciana madre, que falleció en 2009.

    A finales de la década de 1960 y 1970, Berger era visto como el «it boy de la jet set europea». Según su autobiografía de 1998 «Ich. Die Autobiographie», los affaires del actor incluyeron aventuras con Rudolf Nureyev, Britt Ekland, Ursula Andress, Nathalie Delon, Tab Hunter, Florinda Bolkan, Linda Blair, Marisa Mell, Anita Pallenberg, Marilù Tolo, Jerry Hall y tanto Bianca Jagger como Mick Jagger. Incluso Miguel Bosé escribe sobre su romance con Berger en su autobiografía.

    Desde la década de 1980, la vida privada de Berger también fue noticia por su lucha contra el alcohol y las drogas, lo que a veces resultó en apariciones televisivas excéntricas y controvertidas. En 2013, Berger apareció en «Ich bin ein Star – Holt mich hier raus!», la versión alemana de «I’m a Celebrity….». Ese año volvió a aparecer en la vida pública en 2013 cuando fue candidato en un concurso televisivo de supervivencia en la selva australiana. En 2018, con 74 años, tuvo su debut en el teatro, al actuar en la Volksbühne de Berlín en una obra del director español Albert Serra, «Liberté», donde interpretaba a un barón. Un año más tarde, anunció que debido a su delicado estado de salud, tras sufrir varias neumonías, daba por terminada su carrera como actor. Helmunt Berger murió el 18 de mayo de 2023, a la edad de 78 años.