GARY COOPER

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    Hijo de un emigrante inglés que llegó a ser juez de la Corte Suprema del Estado de Montana, Frank James Cooper nació el 7 de mayo de 1901 en Helena, Montana (EE.UU.), falleciendo el 13 de mayo de 1961 en su casa de Hollywood. De niño trabajó con sus padres en el rancho de su propiedad mientras acudía a la escuela. Más tarde, entra en el Wesleyan College, de Bozeman, para estudiar técnico agrícola, y en la Universidad de Grinnell, en el Estado de Iowa, donde estudia arte, aspirando a ser caricaturista político llegando a publicar caricaturas y chistes en los periódicos.
    Pero, tras hacer unas pruebas, Gary Cooper abandona sus estudios y se traslada a Hollywood, donde, en 1925, debuta como actor secundario en varios westerns adoptando el nombre de Gary Cooper.
    En 1926 es contratado por la Metro-Goldwyn-Mayer y consigue su primer papel importante en «Flor del desierto», película dirigida por Henry King, lo que le convierte en uno de los actores más populares de Hollywood. Al año siguiente participa en «Alas», de William A. Wellman, donde seduce a Clara Bow dentro y fuera de la pantalla. El romance que mantiene con Clara Bow supone el empujón definitivo a su carrera artística. En 1929, protagoniza «El virginiano», dirigida por Victor Fleming, pasando a ser una de las primeras estrellas del cine sonoro, con éxitos taquilleros y de crítica constantes: «Marruecos», «Las calles de la ciudad», «Entre la espada y la pared», «La mujer preferida», «Noche nupcial» o «El secreto de vivir».
    En 1936, se coloca entre los actores más taquilleros, tras el éxito de «Tres lanceros bengalíes». En 1944 funda su propia productora, Internacional Pictures Inc., con la que produce y protagoniza «Casanova Brown» y «El caballero del oeste».
    AMERICANO IDEAL
    Su gran popularidad se basaba en su estilo sobrio y natural a la hora de actuar. Era alto y desgarbado, encarnando mejor que nadie al «americano ideal», hombre íntegro y caballeroso. Su mirada clara infundía confianza y con un solo plano lograba tener al público de su parte, nunca hubo alguien solo ante el peligro más acompañado.
    Hombre culto y elegante, mantuvo una buena amistad con Pablo Picasso y con Ernest Hemingway, con quién coincidió en el rodaje de «Adiós a las armas». Cooper fue pronto considerado como una «personalidad» más que como un simple actor. Tímido y parco en palabras, parecía siempre un poco sorprendido de su popularidad por algo tan fácil como hacer películas ya que como dijo de él un director «No actúa, le basta con estar”.
    Tras la Segunda Guerra Mundial y con el inicio de la Guerra Fría, Gary Cooper ingresa en la asociación anticomunista de actores llamada Motion Picture Alliance for the Preservation of American Ideals, pero siempre evitó delatar a sus compañeros de profesión durante la famosa Caza de Brujas.
    Entre sus creaciones más destacadas figuran «Adiós a las armas» (1932, Frank Borzage), «El secreto de vivir» (1936, Frank Capra), «Beau Geste» (1939, Willian A. Wellman), «Juan Nadie» (1940, Frank Capra), «¿Por quién doblan las campanas?» (1943, Sam Wood), «Los inconquistables» (1947, Cecil B. De Mille), «El manantial» (1949, King Vidor), «Tambores lejanos» (1951, Raoul Walsh), «Veracruz» (1954, Robert Aldrich), «El árbol del ahorcado» (1959, Delmer Daves) o «Solo ante el peligro» (1952, Fred Zinneman).
    Aunque tuvo muchos romances, sólo se casó una vez, con la actriz Verónica Balfe. En especial, mantuvo una fuerte relación sentimental con la actriz Patricia Neal, desde que rodaron juntos «El manantial», en 1949, idilio que finalizó tras protagonizar la pareja la película «El rey del tabaco» (1950), dado que la mujer del actor se negó a concederle el divorcio.
    En su impresionante carrera rodó a las órdenes de los mejores directores de cada época: Clarence Brown, Frank Lloyd, Josef von Sternberg, Henry King, William A. Wellman, Frank Borzage, Lewis Milestone, Victor Fleming, Rouben Mamoulian, Ernst Lubitsch, Norman Z. McLeod, Stephen Roberts, Richard Boleslawski, Henry Hathaway, King Vidor, Frank Capra, Cecil B. De Mille, William Wyler, Howard Hawks, Sam Wood, Raoul Walsh, Michael Curtiz, Fred Zinnemann, Robert Aldrich, Billy Wilder, Anthony Mann, Delmer Daves o Robert Rossen.
    También trabajó junto a algunas de las actrices estadounidenses más fascinantes del momento: Vilma Bánky, Clara Bow, Nancy Carroll, Gloria Swanson, Lupe Vélez (con la que tuvo un sonado romance), Marlene Dietrich, Sylvia Sidney, Fay Wray, Carole Lombard, Helen Hayes, Claudette Colbert, Joan Crawford, Jean Harlow, Jean Parker, Ida Lupino, Barbara Stanwyck, Jean Arthur, Joan Bennett, Merle Oberon, Susan Hayward, Teresa Wright, Ingrid Bergman, Lilli Palmer, Paulette Goddard, Patricia Neal, Ruth Roman,Sara Montiel, Grace Kelly, Audrey Hepburn, Dorothy McGuire, María Schell o Rita Hayworth.
    Víctima de un cáncer, trabajó hasta el final como los héroes que había popularizado en la pantalla. Murió el 13 de mayo de 1961, pocos días después de cumplir los 60 años. Poco antes había dicho: «Mi padre era una auténtico hombre del Oeste, no tuve más que imitarle».
    PREMIOS
    Gary Cooper obtuvo tres Oscars de la Academia de Artes y Ciencias cinematográficas de Hollywood: En 1941 por su actuación en «Sargento York», de Howard Hawks. En 1952 por la película «Solo ante el peligro», de Fred Zinnemann. Y el tercero en 1960, de carácter honorífico, por sus muchas y memorables interpretaciones y por su aportación a la industria del cine. Además estuvo nominado al Oscar en otras tres ocasiones: En 1936, por «El secreto de vivir», de Frank Capra. En 1942, por «El orgullo de los Yankis», de Sam Wood. Y en 1943, por «Por quién doblan las campanas», también de Sam Wood, basado en el libro homónimo de Ernest Hemingway.
    En total rodó 107 películas, siendo el protagonista en 82 de ellas. Era un personaje muy apreciado en la industria, tanto por los productores como por sus colegas de profesión (sus mejores amigos eran James Stewart y Bing Crosby). Cuando se supo que estaba enfermo de cáncer, recibió mensajes de apoyo de personalidades como el papa Juan XXIII, Richard Nixon, Pablo Picasso, la reina Elizabeth II y el recién presidente electo John F. Kennedy.