ED HARRIS

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    Edward Allen Harris nació el 28 de noviembre de 1950 en Englewood, New Jersey, Estados Unidos. Es un actor, productor y director estadounidense, ganador del Globo de Oro. Conocido por sus actuaciones en los filmes «Appaloosa”, «La Roca”, «The Abyss”, «Apolo 13”, «Elegidos para la gloria”, «Una mente maravillosa”, «Una historia de violencia” o «El show de Truman”.
    Su padre era cantante. Durante los años de escuela Ed Harris fue un atleta destacado, lo que le valió una beca para estudiar en la universidad de Columbia, en Nueva York. Dos años más tarde su familia se trasladó al estado de Oklahoma y Harris siguió a su familia, habiendo descubierto su interés por la interpretación después de actuar en varias obras teatrales en la universidad.
    Una vez en Oklahoma, se inscribió en la facultad de artes dramáticas de la universidad del estado. Comenzó a actuar al mismo tiempo ante el público en el teatro local, donde cosechó un éxito notable. En vista de ello se trasladó a Los Ángeles, donde continuó sus estudios de interpretación en el California Institute of the Arts.
    Aunque debutó en el cine con casi 30 años, Harris ya contaba con una dilatada experiencia como actor en los escenarios de Los Angeles y con más de una docena de apariciones en algunas de las más populares teleseries de los años 70 del siglo XX, como «The Amazing Howard Hughes”, «Lou Grant” o «Hart to Harth”, antes de que Michael Chrichton le diese su primera gran oportunidad en la gran pantalla en «Coma” (1978), insólito y sobrevalorado thriller fantástico donde compartió cartel con Genevieve Bujold, Michael York y Richard Widmark y que se convirtió muy pronto en una de las más elogiadas «Cult movies” de la década de los 70 entre las legiones de devotos que cuenta este popular género por todo el mundo.

    Pero el primer papel importante que Harris hizo en el cine fue en «Borderline”, con Charles Bronson, en el que interpretó a un asesino. Fue el inicio de una fecunda carrera profesional en la que Harris ha venido prestando su severo e imperturbable rostro a decenas de personajes a los que provee siempre de un intenso vigor dramático mediante una sobria y muy templada técnica interpretativa en la que, por encima de todo, destaca el empleo constante de unos registros personales tan personales y sugestivos como tremendamente eficaces de cara al espectador.
    Posee además esa infrecuente virtud, compartido con algunos de los mejores secundarios del viejo cine clásico de Hollywood, de expresar la complejidad emocional de sus personajes a través de un reducido aunque muy elocuente catálogo de gestos y sin necedidad de apelar por ello al tan socorrido recurso de la sobreactuación.
    Desde su debut con Chrichton, Harris se ha volcado casi exclusivamente en su carrera cinematográfica, limitando su actividad teatral a esporádicos trabajos en los escenarios de Broadway, como el que realiza para el drama autobiográfico de Geprge Furth «Precious Sons”, que le valió una nominación a los Premios Tony. En 1981 George A. Romero le apadrina en su primer trabajo como protagonista en la extraña e inclasificable road movie «Los caballeros de la moto” («Knightriders”) donde encarna al cabecilla de una banda de moteros especialista en organizar unas originales justas medievales en la que los tradicionales caballos son sustituidos por ruidosas motos de gran cilindrada.

    En 1982, y de la mano nuevamente de Romero, se convierte en el protagonista absoluto de uno de los mejores sketchs de «Creepshow”, un curioso y a ratos autoparódico filme de terror, libremente inspirado en un cómic de E.C. Comics, cuyo enorme éxito propició cinco años más tarde una segunda parte en la que Harris ya no participó.
    Actuó en otras películas hasta que en 1983 se convirtió en una estrella, gracias a su intervención en la película «Elegidos para la gloria”, junto a Sam Shepard y Scott Glenn, de la mano de Philip Kaufman, que relata la historia de los primeros astronautas estadounidenses, en la que daba vida a John Glenn. A partir de entonces Harris fue cimentando su fama como actor de carácter interpretando toda clase de personajes en numerosas películas.
    En «Bajo el fuego” (1983), donde comparte cartel con Nick Nolte y Gene Hackman, se pone a las órdenes de Roger Spottiswoode para dar vida a un arriesgado corresponsal de guerra en los años de la Revolución Sandinista de Nicaragua. Pese a la brevedad de su papel en aquella película, sale bien airoso de la experiencia, logrando un paso más hacia su consolidación internacional. Este nuevo éxito le abriría otras puertas profesionales que le permitirán su participación en películas firmadas por ilustres cineastas europeos como «Alamo Bay, la bahía del odio” (1985), del francés Louis Malle en la que, en compañía de su esposa, la actriz estadounidense Amy Madigan, protagoniza un excelente drama sobre los estragos sociales que desata en una pequeña comunidad pesquera el estallido de un conflicto racial.

    Bajo la dirección del británico Karel Reisz, Harris afronta con «Dulces sueños” (1985), junto a una estupenda Jessica Lange, el reto de interpretar a un marido marginado por el imparable éxito de su joven esposa, una cantante country cuya belleza y talento provocan auténticas oleadas de admiración entre sus numerosos seguidores. Ese mismo año, y siguiendo en sintonía con el cine norteamericano más independiente, protagoniza «Walker”, un extraño western del inclasificable Alex Cox, inspirado en un suceso real, donde Harris se mete en la piel de un aventurero estadounidense que, secundado por una caterva de indeseables, intenta tomar el poder por las armas en una Nicaragua extremadamente vulnerable a los ataques de cualquier lunático.
    Su compromiso, cada vez más abierto, con el mejor cine independiente estadounidense se pondrá de relieve en intervenciones tan memorables como la de «Glengarry Glennross” (1992), de James Foley, excelente adaptación de la pieza teatral de David Mamet, que muestra una de las radiografías más duras e inclementes de la competitividad laboral que se haya reflejado nunca en una pantalla. Harris, cuyo trabajo en este filme supuso su definitiva consagración profesional, contó con dos compañeros de reparto absolutamente excepcionales: Jack Lemmon y Al Pacino.
    Harris debutó como director en 2000 con «Pollock”, película que obtuvo varios premios Oscar. Biografía del pintor Jackson Pollock, una primera figura del expresionismo abstracto americano, que abrió un camino creativo propio con el que se desmarcaba de sus compatriotas contemporáneos, seguidores de las vanguardias iniciadas por los maestros europeos, Ed Harris trabajó toda una década en este proyecto antes de, finalmente, llevarlo a cabo como protagonista (junto a su esposa Amy Madigan) y como director debutante, donde muestra como la constante inseguridad de Pollock lo condujo a una espiral descendente que puso en peligro su matrimonio, su prometedora carrera y, en una oscura noche de 1956, su propia vida.
    Harris interpretó con muy buenas críticas, al oficial alemán del regimiento de francotiradores, el Coronel König en «Enemigo a las puertas”(2001) junto a Jude Law en el papel de Vasily Zaitsev. En 2005 Harris protagoniza «Una historia de violencia”, de David Cronenberg, en 2006 «Copying Beethoven”, de Agniezska Holland, donde interpreta al gran Ludwig Van Beethoven a través de una gama de registros dramáticos hasta aquel momento absolutamente inédito a su carrera, en 2007 «Adiós pequeña, adiós”, dirigida por Ben Affleck, y en 2008 «El curioso caso de Benjamin Button”, de David Fincher.

    También en 2008 dirige su segunda película, el western «Appaloosa», que también protagoniza junto a Viggo Mortensen, en la que también aparece la española Ariadna Gil. Cuando la película se estrenó en Europa en el Festival de Deauville, nuestra desaparecida compañera Beatrice Sartori le entrevistó para cineyteatro.es. Este es un fragmento de aquella entrevista en el festival francés: «Para el hombre de hierro de «El show de Truman» y «Nacidos para la gloria», romperse es sumergirse en un prolongado silencio en medio de una frase. Ocurrió en dos ocasiones. La primera cuando crípticamente se refirió al don de la vida y la brevedad de esta. La segunda, cuando ofreció el premio a su mujer, la actriz Amy Madigan, con la que en noviembre cumplirá las bodas de plata. «Para Amy, sin cuya inteligencia, comprensión, apoyo, amor a la verdad e inteligencia no sería quien soy. Es la verdadera inspiración de mi vida». Junto a él, también su coprotagonista y gran amigo, Viggo Mortensen, a quien definió como «enorme actor, gran persona y completo ciudadano de este mundo». En la crepuscular «Appaloosa», son Virgil Cole y Everett Hitch, dos pistoleros mercenarios al servicio de la ley. En el reparto, Renée Zellweger -una femme fatale en el Oeste- y nuestra Ariadna Gil, una chica de saloon con cerebro y corazón, Katie. Pregunté a Harris si había elegido a Gil tras verla en «Alatriste». «Si, la vi cuando Viggo me enseño la película y luego repasé una cinta que ella me envió. Estuve viendo muchas actrices, sobre todo europeas. De Ariadna me conquistó esa sonrisa suya que le ilumina todo el rostro, su inteligencia y calidad humana. Como actriz, es inmensa. Vi una foto de ella con Viggo durante el estreno de «Alatriste»: había entre ellos una total comunión y felicidad compartida. Supe que serían una gran pareja en la película. Para Katie, necesitaba una actriz que supiera reflejar sin palabras un profundo conocimiento de las relaciones entre hombres y mujeres. ¿Es usted española? Por favor, si ve a Ariadna, mándele mi amor». El amor y la familia son las dos estructuras en las que el hombre de hierro que es Harris basa su vida y carrera. Quizá por eso, ha incluido a su padre, el músico Bob L. Harris, en el film. Aquí es el juez Ellis Callison; En «Pollock» fue un veterinario. «Soy y sigo siendo actor gracias a él». Dijo”.

    Sus últimos años son especialmente prolíficos: «Camio a la libertad”, de Peter Weir, «Virginia” (2010), «Sherlock Holmes: Juego de sombras” (2011) de Guy Ritchie, «Lincoln”, de Steven Spielberg, y «Al borde del abismo” (2012) de Asger Leth, «Cazadores de sombras: Ciudad de hueso”, de Harald Zwart, y «Dolor y dinero”, de Michael Bay, «Phantom”, «Demi” y «Sweet Vengeance” (2013)
    Ed Harris ha estado en tres ocasiones nominado al Premios Oscar, dos veces como mejor actor de reparto por «Apolo 13” interpretando al director técnico, el ingeniero Gene Kranz y por «El show de Truman”, y una vez como mejor actor principal por «Pollock”.