CHARLTON HESTON

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    Dio vida a numerosos hombres de distintos siglos, ganó un Oscar por encarnar al príncipe judío Ben Hur, se acostumbró a encabezar los repartos de superproducciones con grandes presupuestos y presidió la todopoderosa Asociación Nacional del Rifle. John Charles Carter, conocido cmo Charlton Heston, nació en Evanston, Illinois (Estados Unidos), el 4 de octubre de 1923. Su padre trabajaba en un molino de pan y él era el único hijo. Cuando todavía era niño, sus padres se trasladaron a una zona rural de Míchigan, donde Heston pasaba largas horas leyendo y actuando para sí mismo. Antes de cumplir los 10 años, los padres de Heston se divorciaron y él se quedó con su madre. Unos años más tarde, ella se casó con un hombre llamado Chester Heston, apellido que más adelante Heston utilizaría como nombre artístico. La nueva familia se fue a Chicago, donde Heston fue al colegio. Participó en las funciones teatrales de la escuela con tan buen resultado, que obtuvo en 1942 una beca para estudiar en la escuela de arte dramático de la Universidad del Noroeste, en Evanston. Durante su estancia en la universidad tuvo la ocasión de intervenir en una obra teatral filmada por un compañero en 16 mm. Más tarde el mismo grupo filmó una segunda obra, también en 16 mm. y trabajó en la radio.

    En 1944 se casó con una estudiante de arte dramático de la universidad, y en el mismo año fue llamado a filas. Participó en la Segunda Guerra Mundial como operador de radio y volvió tres años después. A su regreso, su esposa y él marcharon a Nueva York, donde trabajaron como modelos. Su deseo era actuar en el teatro, pero al no poder hacerlo en Nueva York, se fueron a Asheville, en Carolina del Norte, y se hicieron cargo del teatro local como gestores y actores. En 1947 volvieron a Nueva York y esta vez Heston recibió una oferta para intervenir en la obra «Marco Antonio y Cleopatra» en un teatro Broadway. Heston tuvo éxito y consiguió nuevas ofertas. También fue pionero de la televisión en directo: «Los Colby», «Jefes» y «La isla del tesoro» son algunos de los trabajos que hizo en este medio, que fue el que le lanzó y al que, en los últimos años, dedicó más tiempo.

    A finales de los 40, Heston consideró entonces que había llegado el momento de trasladarse a Hollywood. Su primera película profesional fue «Dark City» en 1950, con la que llamó la atención de los profesionales del cine. Su primer éxito importante lo obtuvo dos años más tarde con el papel de director de circo en «El mayor espectáculo del mundo». Alto, fuerte y de constitución atlética, de pétreo rostro, afilada nariz, intensa mandíbula y voz grave y modulada, se convierte en una gran estrella del cine interpretando a Moisés en «Los diez mandamientos», en 1956. En los años siguientes, Heston actuó en varias grandes películas épicas, entre otras «Ben-Hur», «El Cid», «55 días en Pekín», «Khartoum» y «El tormento y el éxtasis», algunas de ellas con la producción de Samuel Bronston y rodadas en España. Por su trabajo en «Ben-Hur» ganó en 1960 el premio Óscar al mejor actor principal.
    Heston siempre luchó por intervenir en las decisiones respecto a las películas en las que participaba. Así, por ejemplo, presionó en 1958 a los estudios Universal para que fuese Orson Welles quien le dirigiese en «Touch of Evil» («Sed de mal»), e incluso ayudó a financiar el final del rodaje. su rol de detective de narcóticos mexicano es uno de los mejores de su trayectoria. En 1965 se enfrentó a los productores de «Major Dundee», cuando pretendían interferir en la dirección de su director, Sam Peckinpah.
    Una hábil elección de papeles le permitió prolongar su carrera a edad madura, sin limitarse a una imagen de galán. A finales de los años sesenta y en los años setenta se mantuvo en primera línea con películas de ciencia ficción como «El último hombre vivo» (1971), «Cuando el destino nos alcance» y «El planeta de los simios», saga (1968-1973) que se ha convertido en un clásico del género. Heston también participaría (brevemente) en el remake dirigido en 2001 por Tim Burton. Se convirtió en un rostro habitual en el cine de catástrofes; en «Terremoto» compartió protagonismo con Ava Gardner.
    En los años 70-90, Heston retuvo su status de estrella como secundario de lujo en superproducciones como «Los tres mosqueteros» (donde interpretó al Cardenal Richelieu) y «Mentiras arriesgadas». Trabajó también en televisión, en series como «Los Colby» y «Dinastía» interpretando el papel de Jason Colby, y donde compartió protagonismo con la mítica Barbara Stanwyck. Ya en los 90 grabó «Camino de Santiago» en España.

    Charlton Heston fue presidente de la Asociación de Actores de Cine entre 1966 y 1971, pero su actividad extracinematográfica más conocida fue cuando entre 1998 y 2003 se convirtió en el presidente de la National Rifle Association (Asociación Estadounidense de Armas de Fuego), desde la que defendió ardientemente el derecho a la libre posesión de armas de fuego en Estados Unidos.
    El director de cine Michael Moore le solicitó una entrevista para su documental «Bowling for Columbine», el cual criticaba la libre posesión de armas debido al horrible tiroteo en Columbine, ya que Heston dio una conferencia en la venta de armas pocos días después de lo sucedido en Columbine, a pesar de que el alcalde y los padres de los chicos fallecidos le solicitaron que no diera dicha conferencia, a lo cual Charlton Heston se negó. Moore, hábil manipulador, enfrentó a Heston ante las muertes de Columbine, y el actor declinó hablar del tema.

    Ferviente republicano, Heston fue consejero cultural de Reagan cuando éste era presidente de los Estados Unidos. Charlton Heston escribió varios libros autobiográficos y en 2002 anunció que padecía una demencia degenerativa similar a la enfermedad de Alzheimer y se retiró de la vista pública.
    Heston falleció a los 84 años en su residencia de Beverly Hills el 5 de abril de 2008, acompañado por su esposa Lydia, a la que conoció en la universidad y con quien estuvo casado 64 años. El matrimonio tuvo un hijo y una hija. Su hijo Fraser Clarke es director de cine y tuvo la ocasión de dirigir a su padre en las series «Dinastía» y «Los Colby» y en los largometrajes «La isla del tesoro» (1990) y «Alaska» (1996).
    «Siempre ha sido duro hacer una buena película, pero los actores nunca hacemos mal un trabajo a propósito”, declaró en una ocasión.