VENTE A ALEMANIA, PEPE (1970)

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    Titulo original: ¡Vente a Alemania, Pepe!
    Año: 1970
    País: España
    Duración: 95 min.
    Dirección: Pedro Lazaga
    Guión: Vicente Coello y Vicente Escrivá.
    Música: Antón García Abril.

    Intérpretes

    Alfredo Landa, Tina Sáinz, José Sacristán, Antonio Ferrandis, Gemma Cuervo, Fernando Guillén, David Aller, Josele Román, Rosa Fontana, Beni Deus, Rafael Hernández, Pilar Gómez Ferrer, Ana Carvajal, Adriano Domínguez, Pedro Estecha, Moncho Ferrer, Teófilo Calle, Antonio Cintado, José González Nebot, Saturno Cerra, José Manuel López Sierra y Manuel Summers.

    Sinopsis

    Al pueblo castellano de Peralejos de Arriba llega Angelino (José Sacristán) desde Munich, en un flamante automóvil Mercedes, habla a sus amigos de las maravillas del milagro alemán, y deslumbra a Pepe (Alfredo Landa) que, a pesar de la oposición de su novia Pilar (Tina Sáinz), decide irse unos meses para ganarse algún dinero, comprarse unas vacas y poder casarse. Pepe no tiene permiso de trabajo y se instala en Munich en la pensión de Angelino con don Emilio (Antonio Ferrandis), un exiliado republicano que se niega a volver a España, y la pareja formada por María (Gemma Cuervo) y Miguel (Fernando Guillén), que quieren dinero para comprarse una gasolinera, pero cuyo proyecto se frustra cuando ella queda embarazada. Cansada de que no le escriba, un buen día Pilar se presenta en Munich, descubre que el peludo Pepe trabaja, medio desnudo, en un escaparate como hombre anuncio de una crema depiladora, y se coloca de camarera, lo que su novio no consiente. Tras una pelea, Pilar regresa a su pueblo y Pepe no tarda en seguirla para casarse con ella, dejarla embarazada y deslumbrar a sus amigos con sus historias sobre el milagro alemán

    Comentario

    Una comedia del prolífico Pedro Lazaga, que contribuyó a crear el arquetípico personaje de españolito deslumbrado por los placeres foráneos, que encarnó durante dos décadas Alfredo Landa. En pleno boom de la emigración en donde cintos de miles de españoles se tenían que buscar la vida en diferentes países europeos mucho más prósperos que la España de entonces, el actor interpreta al pluriempleado de un pueblo castellano (sacristán, electricista, vaquero...) que, deslumbrado por lo que le cuenta un amigo que ha trabajado en Alemania, decide convertirse también en emigrante. La moraleja será clara: Como en casa, en ningún sitio, y además se vive mejor que fuera, pudiéndose encontrar aquí un trabajo mejor, más cómodo y más divertido que en el extranjero, que era una de las consignas del franquismo de la época.