Titulo original: Ventajas de viajar en tren
Año: 2019
País: España
Duración: 103 min.
Dirección: Aritz Moreno
Guión: Javier Gullón, basado en la novela homónima de Antonio Orejudo Utrilla
Música:
Cristobal Tapia de Veer
Temas musicales: “El amor”, interpretado por Massiel.
Intérpretes
Javier Botet, Luis Tosar, Belén Cuesta, Macarena García, Quim Gutiérrez, Daniel Horvath, Ernesto Alterio, Pilar Castro, Gilbert Melki, Ramón Barea, Alberto San Juan, Javier Godino, Iñigo Aranburu, Stéphanie Magnin Vella, Ingrid García Jonsson y Daniel Horvath.
Premios
Seleccionada para la Sección Oficial Fantastic del Festival de Cine Fantástico de Sitges
Sinopsis
Helga Pato (Pilar Castro), una editora que regresa a Madrid en tren tras haber ingresado a su marido en una clínica psiquiátrica del norte de España, es abordada por su compañero de asiento, que se presenta como el psiquiatra Ángel Sanagustín (Ernesto Alterio), que trabaja investigando trastornos de personalidad a través de los escritos de los pacientes en la clínica donde ella acaba de ingresar a su marido. Durante el viaje, Ángel le cuenta a Helga la sórdida y delirante historia del peor caso clínico al que se ha enfrentado jamás: el de Martín Morales de Úbeda (Luis Tosar), un enfermo paranoico extremadamente peligroso y obsesionado, entre otras muchas cosas, con la basura como instrumento de control, y de las pintorescas historias de quienes le rodean. Al terminar, Ángel se va, pero se olvida una carpeta con los relatos de los pacientes. Al leerlo, Helga, fascinada, decide buscar a Ángel para intentar publicarlos. Pero su investigación la lleva a descubrir que el hombre que había conocido en el tren no era Ángel Sanagustín, sino el propio Martín Urales de Úbeda. Helga sigue el rastro de Martín en busca de un inesperado desenlace. El problema con Helga es que a veces confunde a los narradores con los autores, y a los autores con los personajes.
Comentario
Ópera prima del donostiarra Aritz Moreno, una película que combina géneros, y que adapta a la gran pantalla la novela homónima de Antonio Orejudo, con una trama llena de dobles juegos de espejos y de matrioshkas rusas. Lo más interesante es que es una película que no se parece en nada a cualquier otra del cine español. En la película, hay de todo; va de la comedia negra al terror, pasando por el thriller y el romanticismo, con cambios y giros que se suceden en pocos segundos, todo ello pasando por el humor negro y la perversión y esta mezcla la hace muy interesante, Se trata de un delirio sórdido pero fascinante, repleto de obsesiones, perversiones, sarcasmos, diversión, demencia, sofisticación... Una película marciana y majara que no conviene tomarse demasiado en serio, que es consciente de ser una película, una especie de juguete sobre la ficción. Hay que destacar el gran trabajo de Javier Gullón como adaptador la novela original, uno de esos libros considerados como inadaptables.
