Titulo original: Loong Boonmee raleuk chat
Año: 2010
País: Tailandia – Gran Bretaña – Francia – España – Alemania
Duración: 114 min.
Dirección: Apichatpong Weerasethakul
Guión: Apichatpong Weerasethakul
Música:
Koichi Shimizu
Intérpretes
Thanapat Saisaymar, Jenjira Pongpas, Sakda Kaewbuadee, Natthakarn Aphaiwonk, Geerasak Kulhong y Kanokporn Thongaram
Premios
Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes
Premio de la Crítica a la Mejor Película en el Festival de Cinema Fantastic de Sitges
Sinopsis
El Tío Boonmee (Thanapat Saisaymar) padece de insuficiencia renal. Como apasionado practicante de yoga, es muy consciente de su cuerpo. Sabe que va a morir en cuarenta y ocho horas. Por eso llama a sus parientes lejanos y les pide que le saquen del hospital para poder morir en su casa. Allí son recibidos por el fantasma de de su difunta esposa, que ha reaparecido para ocuparse de él. Su hijo muerto vuelve también de la jungla en forma de un mono. La primera noche, Boonmee habla de sus últimas vidas de las que conserva un recuerdo. La segunda noche, siente de repente la necesidad imperiosa de visitar un lugar que su mujer ha mencionado. El grupo hace entonces un viaje a la jungla en plena noche. Está repleta de animales y de espíritus. Al final consiguen alcanzar una gruta en la que nació en la primera vida que recuerda. Después muere, llevándose consigo cuentos que se extienden a lo largo de centenares de años
Comentario
Dirigida por el cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul (“Tropical Malady”, 2004), pelílcula ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes, una historia de recuerdos a través de los espíritus de las personas que forman parte del pasado o de vidas anteriores del protagonista, todo ello a través de una fábula sobre la reencarnación y la trasmigración de las almas. Un homenaje al agdiovisual tailandés y a su sustrato de relatos fantásticos en el que tienen cabida desde una presencia que regresa del pasado en plena sobremesa, a un pez gato que penetra a una mujer en medio de un lago. Basada en un corto y en una videoinstalación del propio Apichatpong Weerasethakul, la película juega con los fondos y las formas para que los fantasmas del pasado aparezcan a la vez que las antiguas películas del cine tailandés.