UNA CHICA CORTADA EN DOS

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    Titulo original: La fille coupée en deux
    Año: 2007
    País: Francia - Alemania
    Duración: 115 min.
    Dirección: Claude Chabrol
    Guión: Claude Chabrol y Cécile Maistre
    Música: Matthieu Chabrol

    Intérpretes

    Ludivine Sagnier, Benoît Magimel, François Berléand, Mathilda May, Caroline Sihol, Marie Bunel, Valeria Cavalli, Etienne Chicot, Thomas Chabrol, Jean-Marie Winling, Didier Bénureau, Edouard Baer, Clémence Bretécher, Charley Fouquet, Hubert Saint-Macary, Alain Bauguil, Emanuel Booz, Stéphane Debac, Pierre-François Dumeniaud, Cécile Maistre, André Asséo, Béatrice Audry, Denis Bénoliel, Antoine Bérard, Nicole Biondi, Alain Blasquez, Jeanne Brouaye, Benoît Charpentier, Mic Cheminal, Mathieu Cléchet, Françoise Gambey, Fanny Gatibelza, Pierre-Henri Gibert, Vincent Guillerminet, Véronique Kapoyan, Yannick Laurent, Gérard Moulévrier, Raphaël Neal, Henri-Edouard Osinski, Marie Oury, Laurent Paillot, Thomas Poulard, Sandra Rebocho, Valentin Traversi, Melanie Vaudaine, Daniel Zieba y Patrick Zimmermann.

    Premios

    Seleccionada para el Festival de Cine Europeo de Sevilla. Presentada en el Festival de Cine de Venecia.

    Sinopsis

    Gabrielle Aurore Deneige (Ludivine Sagnier) vive en Lyon con su madre Marie (Marie Bunel), una librera que ha criado sola a su hija. Gabrielle, una joven encantadora y espiritual, trabaja en una cadena de televisión de Lyon como meteoróloga, es “la mujer del tiempo. Desea el éxito e, inconscientemente, seduce a todos los que la rodean con su encanto. Con ocasión del lanzamiento promocional de un nuevo programa, Gabrielle conoce al escritor Charles Saint-Denis (François Berléand), que se había instalado en la región hace algunos años. Entrado en los 50, brillante, adulador y casado, Charles es un hombre perverso y depravado que seduce a la joven nada más conocerla y además se enamora de ella. Por otra parte, Paul Gaudens (Benoît Magimel), un hombre más joven, rico y caprichoso, también intentará conquistar el corazón de Gabrielle. Gabrielle se casará con éste, descubriendo que es un desequilibrado.

    Comentario

    Fiel cronista de su tiempo, Chabrol mira de nuevo a su alrededor y apenas deja títere con cabeza. Toca casi todos los palos y a todos alcanza su mirada perspicaz: desde los medios de comunicación, al lugar social de la mujer, pasando por la mala relación entre clases o las tensiones de familia. Y –ya metidos en casa- confirma punto por punto su gusto por el confort y, desde luego, su debilidad por la buena mesa, incluida su esmerada atención a los manjares y hasta la estética de la vajilla. Es efectivamente un Chabrol de arriba abajo, el “bonvivant” por excelencia que, a sus casi ochenta años, empieza a dar ciertos signos de nostalgia poniendo en boca de su personaje frases como esta: “Yo me pregunto si la sociedad francesa no está caminando hacia el puritanismo o hacia la decadencia”. La dialéctica se pone en marcha, aunque la respuesta está servida. Porque si el tema de “Una chica cortada en dos” es la dualidad, el ser y no ser, el querer y no poder...y todas esas cosas, su autor hace más hincapié aún en la pérdida de un universo tan querido por él, como es el de la pura sensualidad. Es cierto que la sexualidad está expresa y en la primera línea de los protagonistas. Pero es la sensualidad la que decide la partida. Para el director de “El carnicero”, “Un asunto de mujeres” o “La ceremonia”, tras la sensualidad late directamente la vida, aunque para sentir su pulsión debe construir todo un tinglado de circunstancias, intriga y palabras; muchas palabras. Aquí, hasta el vodevil acecha; todo sirve, para montar la escena. Y, por supuesto, los actores (espléndida Ludivine Sagnier) hacen mucho más que ayudar: redondean la faena.