Titulo original: Un novio pata mi mujer
Año: 2008
País: Argentina
Duración: 96 min.
Dirección: Juan Taratuto
Guión: Pablo Solarz
Música:
Iván Wyszogrod
Intérpretes
Valeria Bertuccelli, Gabriel Goity, Adrián Suar, Mario Moscoso, Martín Salazar, Marcelo Xicarts, Luis Herrera, Guillermo Francella
Premios
Biznagas de Plata a la Mejor Actriz (Valeria Bertuccelli) y al Mejor Actor (Adrián Suar) de la Sección de Cine Lationoamericano del Festival de Málaga.
Sinopsis
El Tenso (Adrián Suar) no sabe cómo enfrentar a su mujer, la Tana (Valeria Bertuccelli), una mujer permanentemente insatisfecha, para decirle que se quiere separar, ya que la relación se le hace insostenible debido a su terrible carácter. Ella vive constantemente malhumorada: si no protesta por el tiempo, es por el gobierno; si no es por los vecinos, es por los jóvenes, o por los viejos… o por lo que fuere. Carlos, amigo del Tenso, le sugiere invertir el problema… y provocar que la Tana lo abandone a él. ¿Cómo? se pregunta el Tenso, y Carlos le presenta una propuesta: recurrir al Cuervo Flores (Gabriel Goity), un viejo seductor irresistible que seducirá a su mujer hasta el enamoramiento para que por fin el Tenso encuentre la solución a sus problemas…
Comentario
Taratuto demuestra una vez más que popularidad y calidad pueden llegar a formar una pareja estable. Fácil no es, desde luego (“¿Quién dice que es fácil?”) pero él ha logrado identificar de manera sustancial personajes y público. Dotado de una gozosa perspicacia para atrapar los desajustes emocionales de la gente corriente (principalmente los de su edad, es decir, treintañeros) sus mini-dramas domésticos adquieren semejante tamaño gracias a las maxi-humoradas que les cuelga encima, a modo de collar efervescente y cómico. “Un novio para mi mujer” es el tercer ejemplo, la confirmación de su buen tino para arrancar la complicidad de los espectadores; y extender además esa complicidad a todos los protagonistas, independientemente de que actúen como víctimas o como verdugos; ese es su sello propio. Hay, por tanto, compasión general para todos ellos porque todos están metidos hasta las cejas en situaciones de catás trofe, al borde mismo del precipicio. Véase, si no a la insoportable Tana de este cuento cruel, odiosa a más no poder... y completamente entrañable a un tiempo. Esa es la clave, el resorte que tan bien maneja Taratuto. Claro que resulta determinante aquí la presencia de una actriz del talento de Valeria Bertuccelli, una fuerza de la naturaleza un prodigio que rinde al cien por cien a las órdenes del director. Ella es casi media película, le da a la historia picardía, gracia y ritmo. Y la otra media, la disparatada idea del inicio, una fantasía cómica que (¡lástima!) recuerda al torturado mundo de Woody Allen. Tal vez demasiado.