Howard Shore.
Intérpretes
Premios
Festival Internacional de Cine de Venecia: Seleccionada para la Sección Oficial en competición.
Globos de Oro: Nominada al Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto (Viggo Mortensen).
Sinopsis
En vísperas de la I Guerra Mundial, las bulliciosas calles de Zurich y Viena sirven de marco para una oscura historia con trasfondo sexual e intelectual. Zurich, 1904. El psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), de 29 años, está empezando su carrera profesional y vive en el hospital Burghölzli con sus esposa embarazada. Jung ensaya el tratamiento experimental inventado por el doctor Sigmund Freud (Viggo Mortensen), el psicoanálisis o “curación por la palabra”, como también se conocía entonces, con Sabina Spielrein (Keira Knightley), una paciente de 18 años. Sabina es una joven rusa, muy culta, que habla alemán a la perfección, con un diagnóstico de histeria que puede llegar a la violencia. En sus conversaciones con Jung, revela haber tenido una infancia plagada de humillaciones y palizas que le infligía un padre autoritario. El psicoanálisis no tarda en sacar a la luz un inquietante elemento sexual en su disfunción, apoyando la teoría de Freud que relaciona la sexualidad con los desórdenes emocionales. Jung y Freud traban amistad a través de un intercambio epistolar acerca de Sabina, y su primera reunión solo puede describirse como maratoniana. A la vez que la relación entre los dos psiquiatras se estrecha, Freud ve en Jung a su heredero intelectual, también lo hace la relación entre Jung y Sabina, una mujer brillante a pesar de su enfermedad. El tratamiento tiene éxito y Sabina decide convertirse en psiquiatra con el apoyo de Jung. Freud le pide a Jung que trate a otro psiquiatra, Otto Gross (Vincent Cassel), al que describe como un ser inmoral y drogadicto. Los audaces e inteligentes argumentos de Gross en contra de la monogamia intrigan a Jung. Influenciado por su paciente, Jung acaba dejándose llevar por sus sentimientos hacia Sabina. Tienen una relación sexual, algo totalmente prohibido entre un médico y su paciente. Freud y Jung empiezan a distanciarse debido a ideologías enfrentadas. Jung no se adhiere totalmente a las teorías sexuales de Freud, y este no está nada convencido con el creciente misticismo de Jung. A pesar de todo, emprenden un viaje juntos a Estados Unidos, lo que Jung considera como una gran oportunidad, pero que llena de recelo a Freud. Torturado por el sentimiento de culpa profesional y personal, Jung rompe con Sabina, que le ataca en su consulta, cortándole la mejilla, antes de huir a Ginebra y posteriormente convertirse en paciente de Freud. Jung pierde toda credibilidad a ojos de Freud cuando, en una carta, niega haber tenido alguna relación con Sabina, en un desesperado intento de mantener su integridad profesional. Sabina y Jung acaban por llegar a un acuerdo después de acostarse una última vez. Pero ahora es Sabina quien rompe, diciendo que necesita libertad. Los caminos de Freud y Jung se separan, y el primero se enfrenta a la enfermedad que acabaría con su vida. Se da cuenta del potencial de Sabina como psicoanalista y le transfiere algunos de sus pacientes. Sabina progresa profesionalmente y pierde interés por Jung. En 1913 Sabina, casada y embarazada, va a ver a Jung. Descubre que su matrimonio ha sobrevivido y que ahora tiene una nueva amante. La I Guerra Mundial está a punto de estallar, y Jung ya no es el joven optimista que ella conoció. Ha aprendido mucho, pero en ese aprendizaje, no solo ha dañado a las personas que le rodean, sino a sí mismo. La despedida de Jung y Sabina es agridulce.