Titulo original: The Beautiful Country
Año: 2004
País: EE.UU. - Noruega
Duración: 119 min.
Dirección: Hans Petter Moland
Guión: Sabina Murray, basado en un argumento de Sabina Murray y Lingard Jervey.
Música:
Zbigniew Preisner.
Intérpretes
Nick Nolte, Bai Ling, Damien Nguyen, Thi Hoa Mai, Tim Roth, To Chapman, Temuera Morrison, Xuan Phuc Dins, Nguyen Thu An Nguyen, Pham Ka Duy Pham, Ngo Minh Trang, Tran Dang Quoc Thinh, Chau Thi Kim Xuan, Vu Tang, Ahn Thu, Khuong Duc Thuan, Nguyen Than Kien, He Be, Hoang Phat Trieu, Eric Jimenez, Nguyen Mersing, Nguyen Thi Linh Phoung y Ha Viet Trang.
Sinopsis
Binh (Damien Nguyen) es un joven mestizo hijo de una vietnamita y un militar norteamericano. Considerado un bui doi (menos que el polvo), ha vivido siempre con una familia adoptiva que le trata como a un esclavo y que apenas tolera su presencia. Nunca ha visto a sus padres y el único recuerdo que guarda de ellos es una foto de su infancia, pronto sentirá la necesidad de descubrir sus orígenes y su identidad. Comenzará entonces un largo viaje para encontrarse con su pasado, primero hacia la ciudad donde su madre aún vive, trabajando como empleada doméstica en la lujosa vivienda de la exigente Sra. Hoa (Thu Anh), y después en busca de su padre tras descubrir en una foto suya una dirección de Texas.
Comentario
El cineasta noruego Hans Petter Moland dirige una historia que si bien no se desarrolla durante la guerra de Vietnam, sí que tiene que ver con sus secuelas, pues se alude directamente a los hijos de dicha guerra y a la brutal discriminación que sufren los vietnamitas de padre americano. La interpretación contenida y emotiva de Damien Nguyen en el papel principal y la genial narración del drama de la inmigración ilegal consiguen calar hondo en el espectador. La película cuenta con una excelente dirección de actores y una gran interpretación por parte de sus protagonistas, los orientales Damien Nguyen y Bai Ling. Destaca también la sobriedad de los papeles de Tim Roth (Dark Water) y Nick Nolte, renovado tras su éxito en Hotel Rwanda (2004). Esta coproducción entre Noruega y Estados Unidos es una cita indispensable para los amantes del cine más intimista, sereno, sin grandes alardes y con unos paisajes que cautivarán al espectador.