Titulo original: Dollar for the Dead
Año: 1998
País: España - EE.UU.
Duración: 94 min.
Dirección: Gene Quintano
Guión: Gene Quintano.
Música:
George S. Clinton.
Intérpretes
Emilio Estevez, William Forsythe, Joaquim de Almeida, Jonathan Banks, Howie Long, Ed Lauter, Lance Kinsey, Jordi Mollà, Leticia Álvarez, Simón Andreu, George Bullock, Roger Callard, Antonio Castro, Keith Farmer, Beatriz Guevara, Stephen Jenn, Nacho Leonardi, Ricardo Palacios, Bill Pickle, Francesca Quintano y Joan Pau Romaní.
Sinopsis
Terminada la Guerra de Secesión americana, un misterioso y hábil pistolero, Cowboy (Emilio Estévez), huyendo de un doloroso pasado, se dirige a un olvidado pueblo cerca de la frontera con México asolado por unos bandidos despiadados. Busca al asesino de su hijo para vengar su muerte. En el camino se encuentra con un veterano soldado confederado de la guerra civil, Dooley (William Forsythe), al que persiguen los soldados y que le habla sobre la existencia de un gran tesoro que el ejército de la Confederación ocultó durante la contienda. El plano que conduce hasta el tesoro se encuentra disperso en las fundas de cuatro pistolas que deberán reunirse para descifrarlo. Dooley tiene una y necesita que Cowboy le ayude a buscar las otras tres. El problema es que ellos no son los únicos que andan tras el oro y, además, en esas tierras abundan los forajidos, lo que provocará un reguero de sangre y violencia entre grupos enfrentados. El destino hace que Cowboy, que huye de un ajuste de cuentas, se vea inmerso en esta guerra.
Comentario
Cuarto largometraje, como director, de Gene Quintano (A mí que me registren, Hoheymoon academy, Con el arma a punto), en el que también ejerce como guionista, para el que contó con actores de varios países como los norteamericanos Emilio Estévez, Ed Lauter y William Forsythe, los españoles Jordi Mollà y Simón Andreu y el portugués Joaquim de Almeida entre otros. Un dólar por los muertos rinde tributo a los viejos western, un género que regresa a España, escenario de numerosos spaghetti-westerns en las décadas de los sesenta y setenta. O paella-westerns, como los definió, entre bromas, Gene Quintano, que rodó el filme en los típicos escenarios de Almería.