UN CRUCE EN EL DESTINO

    97
    Titulo original: Reservation Road
    Año: 2007
    País: EE.UU.
    Duración: 102 min.
    Dirección: Terry George
    Guión: John Burnham Schwartz y Terry George, basado en una novela de John Burnham Schwartz
    Música: Mark Isham

    Intérpretes

    Joaquin Phoenix, Mark Ruffalo, Jennifer Connelly, Mira Sorvino, Gary Kohn, Antoni Corone, Elle Fanning, Samuel Ryan Finn, Eddie Alderson, Sean Curley, Susan Powell, Cordell Clyde Lochin, Kevin Herbst, John Slattery, Nora Ferrari, Linda Dano, John Rothman, Geisha Otero, Brett Haley, Sinead Daly, Armin Amiri, Johnathan Tchaikovsky, Lee Goffin-Bonenfant, Americk Lewis, Danny Johnson, Bill Camp, Stephanie Weyman, Raum-Aron, Debra Robinson, Michael Anzalone y David Anzuelo.

    Sinopsis

    Una cálida noche de septiembre, el profesor de universidad Ethan Learner (Joaquin Phoenix), su esposa Grace (Jennifer Connelly) y su hija Emma (Elle Fanning) han ido a un recital de música en el que su hijo de 10 años, Josh (Sean Curtley), ha tocado el violonchelo a la perfección. Cuando regresan a su casa, se detienen en una gasolinera ubicada en Reservation Road. Allí, en un instante terrible, le pierden para siempre. Esa misma cálida noche de septiembre, el abogado Dwight Arno (Mark Ruffalo) y su hijo de 11 años, Lucas (Eddie Alderson), han ido a ver un partido de los Red Sox, su equipo de béisbol favorito, que tiene la posibilidad de llegar a las Series Mundiales. Dwight disfruta mucho del tiempo que pasa con Lucas. Al llevar a su hijo de vuelta con su ex mujer, Ruth Weldon (Mira Sorvino), Dwight no sabe que un fatídico instante en Reservation Road cambiará su vida. El accidente ocurre tan deprisa que Lucas ni se da cuenta, pero Ethan, el único testigo, lo ve todo, y Dwight, presa del pánico, se da a la fuga. Llega la policía, se abre una investigación. Perseguidos por la tragedia, los dos padres reaccionan de modo inesperado, como también lo hacen Grace y Emma. Al acercarse el momento de la verdad, los dos hombres se verán obligados a tomar la decisión más dura de su vida.

    Comentario

    Una llamada del móvil desencadena el atropello, la tragedia; el tema, por tanto, no puede ser más de actualidad. Pero lo que convierte “Un cruce en el destino” en una obra atractiva no es tanto el tema como su forma de acercarse a la realidad, de hilvanar lo cotidiano a base de pequeñas pero muy certeras puntadas. O lo que es lo mismo: sujeta un guión con tanta fuerza, tan lleno de enjundia, y no lo malogra luego con la cámara. También es cierto que Terry George, -su director y guionista-, lleva mucho trillado a estas alturas: este irlandés, escritor antes que nada, guionista luego y realizador sólo al final, ha venido consolidando su carrera a fuego lento y ha cosechado, de paso, dos nominaciones al Oscar por “En el nombre del padre”(1993) y por “Hotel Rwanda” (2004). Con esos títulos, además de “En el nombre del hijo”, o The boxer” no hace falta insistir en lo acostumbrado que está George a arrimarse al dolor familiar. Pero superada su etapa más política, el director se adentra ahora en una tragedia anónima, privada y dolorosísima, de puro silenciosa. Podría decirse incluso que entra en un territorio plagado de “lugares comunes” y sería verdad; entra exactamente en la felicidad como recuerdo roto y en la forma de ocupar un nuevo lugar en el mapa, tras una muerte en la carretera. Drama e intriga a la vez, relatado a la manera clásica: planteamiento, nudo y desenlace, no sólo mantiene el ritmo de las tres partes sino que cada personaje principal, -cada secundario incluso- evoluciona de muy distinta forma. Para más señas, actores tan solventes como Joaquin Phoenix y Marc Ruffalo dan sobriedad a este pulso entre contrarios, esos dos padres destrozados, el uno por el remordimiento y el otro por el deseo de venganza; gracias también a sus estupendas interpretaciones no se convierte en dramón una historia que destila un dramatismo inevitable, que podría desbaratarse a la mínima. Pero nada de eso ocurre; “Un cruce en el destino” rebosa, en todo caso, intensidad. Y algo más escalofriante: rebosa cercanía. Para resumir: pequeña producción, grandes materiales y resultados notables. Este sería el balance final.