Junkie XL
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Premios
Festival Internacional de Cine de Cannes: Seleccionada para la Sección Oficial fuera de concurso
Sinopsis
La doctora en literatura Alithea Binnie (Tilda Swinton) es una erudita británica solitaria que ocasionalmente sufre extrañas alucinaciones de seres demoníacos que parece estar feliz con su vida aunque se enfrenta al mundo con cierto escepticismo. Durante un viaje a Estambul, Alithea compra una botella antigua de la que libera accidentalmente a un Genio (Idris Elba) que estaba atrapado en ella. El genio se ofrece a concederle a Alithea tres deseos si están en su corazón, por su libertad, pero Alithea argumenta que desear es un error y acusa al Genio de ser un embaucador. En respuesta a su acusación, el Genio procede a contarle tres historias de su pasado y cómo terminó atrapado en la botella. El Genio cuenta la historia de la reina de Saba (Aamito Lagum), su prima y amante, cortejada por el rey Salomón (Nicolas Mouawad), quien encarcela al Genio en una botella para quedarse con la Reina. La segunda historia del Genio se centra en Gulten (Ece Yüksel), una joven concubina en el palacio de Solimán el Magnífico (Lachy Hulme). Después de encontrar la botella con el Genio, Gulten desea que el hijo de Suleiman, Mustafa (Matteo Bocelli), se enamore de ella y, posteriormente, desee tener a su hijo. Sin embargo, Mustafa es asesinado por su padre paranoico, lo que hace que Gulten esconda la botella y huya antes de que pueda pedir su último deseo. El Genio deambula por el palacio durante más de 100 años, invisible e intangible debido al ocultamiento de la botella. La botella finalmente es encontrada por una concubina del sultán Ibrahim (Jack Braddy). El Genio se le aparece y le ruega desesperadamente que pida un deseo, pero la concubina, asustada y confundida, desea que el Genio regrese a su botella y que la botella sea arrojada al mar. En la historia final, el Genio habla de Zefir (Burcu Gölgedar), la joven esposa de un comerciante turco, a quien le regalan la botella después de que se recuperase de una enfermedad a mediados del siglo XIX. Zefir desea el conocimiento, que el Genio otorga en forma de literatura, y percibir el mundo como lo hacen los genios. A pesar del creciente afecto del Genio por Zefir, su presencia la llena cada vez más. El Genio se ofrece a residir en su botella cuando ella lo desee, pero Zefir en cambio desea olvidar que alguna vez conoció al Genio, encarcelándolo efectivamente una vez más. La historia final del Genio mueve a Alithea hasta el punto en que desea que él y ella misma se enamoren. Posteriormente, el Genio y Alithea se mudan juntos a Londres. Un día, Alithea descubre que el Genio se está debilitando lentamente debido a los efectos de las transmisiones satelitales y de la torre celular. Ella usa su segundo deseo para hacer que el Djinn gravemente enfermo hable nuevamente, se disculpa por usar su deseo para negarles la oportunidad de enamorarse de forma natural, y usa su tercer y último deseo para liberar al Genio, para que pueda regresar. a «El Reino de los Genios». Aunque esperaba no volver a verlo nunca más, el ahora saludable Genio visita a Alithea tres años después y periódicamente nuevamente después.
