Titulo original: The broken
Año: 2008
País: Gran Bretaña - Francia
Duración: 88 min.
Dirección: Sean Ellis
Guión: Sean Ellis
Música:
Guy Farley
Intérpretes
Lena Headey, Richard Jenkins, Asier Newman, Michelle Duncan, Melvil Poupaud, Natasha Alderslade, Elle Crocker, Kubrick Ellis, Stan Ellis, Daren Elliott Holmes, Ulrich Thomsen, Tom Collier y Chris Wilson
Premios
Premio a la Mejor Fotografía en el Festival de Cine de Sitges
Sinopsis
Gina McVey (Lena Headey), joven radióloga de un importante hospital londinense, acude a la celebración del cumpleaños de su padre, John (Richard Jenkins). Entre los invitados se encuentra su novio Stefan Chambers (Melvil Poupaud), su hermano Daniel (Asier Newman) y la novia de éste, Kate Coleman (Michelle Duncan). Durante la cena, mientras charlan animadamente, un gran espejo de pared se hace añicos sin motivo aparente, provocando entre los asistentes el brote de una tensión inexistente hasta ese momento. Al día siguiente, de camino a casa, Gina cree ver en la calle a una mujer que guarda un asombroso parecido con ella. Sobrecogida, decide seguirla hasta su apartamento, donde, al encontrar la puerta abierta, descubrirá horrorizada una fotografía de su padre con esa otra mujer, un doble perfecto de sí misma. A partir de ese momento, la paranoia se apodera de ella y, tras sufrir un accidente de coche, comenzará a dudar incluso de sus propios allegados
Comentario
Moderna aproximación al genero de terror, una inyección de pura adrenalina, una película que juega con la pregunta que más a menudo asusta a nuestra mente consciente: ¿Qué ocurriría si lo que más temiéramos fuera a nosotros mismos? En este caso el terror tiene identidad física, proviene de un lugar desconocido, viene directamente a por nosotros y no se parará ante nada. Es el segundo largometraje de Sean Ellis, prestigioso fotógrafo y director nominado al Oscar por “Cashback”, protagonizado por Lena Heady, que venía de ser la aguerrida protagonista de “300” y de la aclamada serie de televisión “Terminator: las crónicas de Sarah Connor”. Preciosamente fotografiada, contiene un guiño a una escena famosa de Hitchcock.