SUFRAGISTAS (2015)

    117
    Titulo original: Suffragette
    Año: 2015
    País: Gran Bretaña
    Duración: 106 min.
    Dirección: Sarah Gavron
    Guión: Abi Morgan
    Música: Alexandre Desplat Temas musicales: “Landslide”, interpretado por Robyn Sherwell

    Intérpretes

    Anne-Marie Duff, Grace Stottor, Geoff Bell, Carey Mulligan, Amanda Lawrence, Shelley Longworth, Adam Michael Dodd, Ben Whishaw, Sarah Finigan, Drew Edwards, Lorraine Stanley, Romola Garai, Adam Nagaitis, Helena Bonham Carter, Finbar Lynch, Samuel West, Nick Hendrix, Clive Wood, Brendan Gleeson, Morgan Watkins, Ross Green, Adrian Schiller, Col Needham, Jamie Ballard, Joyce Henderson, Raewyn Lippert, Natalie Press, Joanna Neary, Annabelle Dowler, Meryl Streep, Catherine Tomelty, Susie Baxter, Lisa Dillon, Matt Blair, Jacob Krichefski, Jonathan Cullen, John Cummins, Daniel Tatarsky, James Ward, Adam Harley, Simon Gifford, Michael Altoft, Aleana Anthony, Hayley Joanne Bacon, Richard Banks, Sal Bolton, Alexander Bracq, Ancuta Breaban, Ray Burnet, Laura Burwood, Pamela Betsy Cooper, Alexis Coward, Charlotte Day, Amber Dutton, Aaron Ellis, Helen Evans, Victoria Fayne, David Few-Cooper, Anna Gabell, Clive Gibson, David Golt, Sophie Greig, Aslihan Gulen, Lee Nicholas Harris, Dominic Hatje, Kevin Hudson, Aisling Hughes, Laura Hydari, Mariola Jaworska, Steven J. Jobes, Mark Kempson, Semina Lewis, Simone Liebman, Wesley Lloyd, Nick Longland, Edina Loskay, Christina Low, Ruthie Luff, Martyn Mayger, Pete Meads, Alice Louise Norris, Judit Novotnik, Adam Nowell, Hugh O`Brien, Niamh O`Mahony, Tim Packham, Michael Pretty, Lilian Price, Pippa Rathborne, Rachel Jane Rhodes, Janette Sharpe, Tamara Sharpe, Karol Steele, Rob Townsend, Aidan White, Natalie Wilcox y Patricia Winker.

    Sinopsis

    En los albores de la Primera Guerra Mundial, Maud (Carey Mulligan) es una joven del East End de Londres que lleva trabajando desde los siete años en una insalubre lavandería en la que los accidentes y las enfermedades están a la orden del día. Bajo el constante peligro de sufrir abusos por parte de su jefe, Taylor (Geoff Bell), Maud ha encontrado una cierta seguridad casándose con un compañero de trabajo, Sonny (Ben Whishaw). La pareja va saliendo adelante a pesar de las dificultades, y Maud se desvive por su hijo pequeño, George (Adam Michael Dodd). Un día que sale para hacer un reparto, Maud se topa con una revuelta en el centro de Londres. Las sufragistas están rompiendo los escaparates de los grandes almacenes en su primera protesta violenta ante la indiferencia de los sucesivos gobiernos a décadas de reivindicación del voto para las mujeres. Maud, conmocionada y al mismo tiempo admirada por la protesta, se sorprende al ver a Violet (Anne-Marie Duff), una compañera de la lavandería, entre las manifestantes. Al percibir su interés, Violet, una activista convencida, intenta persuadirla de que se una a la lucha y se convierta en una militante del movimiento sufragista. Su decisión de implicarse aún más en la causa llega cuando conoce a la inspiradora Edith (Helena Bonham Carter), una boticaria que, junto a su marido, cede la trastienda de su farmacia para las reuniones de las sufragistas. Cuando Alice (Romola Garai), una activista de clase acomodada, invita a las mujeres de la lavandería al Parlamento para dar testimonio de sus condiciones laborales, Maud empieza realmente a abrazar la causa. Aunque en un principio es Violet la portavoz prevista, tras recibir una brutal paliza de su marido Maud ocupa su lugar, y ofrece a David Lloyd George (Adrian Schiller) una visión sincera y conmovedora de su trabajo. Meses más tarde, Maud se queda estupefacta al descubrir, junto a una muchedumbre de ilusionadas sufragistas que esperan a las puertas de la Cámara de los Comunes, que no se ha aprobado el cambio en la ley que permitiría votar a las mujeres. Entre las activistas se alza un clamor de protestas, y la policía interviene golpeando brutalmente y deteniendo indiscriminadamente a las mujeres, incluida Maud. Cuando sale de la cárcel, Maud se encuentra con la incomprensión de Sonny ante su sufrimiento. Decide así asistir con Violet y Edith a un discurso clandestino pronunciado por la carismática líder del movimiento sufragista, Emmeline Pankhurst (Meryl Streep), buscada por la policía. Maud se siente inspirada por sus palabras. Pero, de repente, la policía irrumpe para dispersar la reunión, y aunque la señora Pankhurst consigue escapar, Maud vuelve a ser detenida. Furioso de que Maud haya continuado con su activismo, Sonny la echa de casa y, amparado por las leyes, le prohíbe que vuelva a ver a su hijo. Abatida, Maud se ve obligada a refugiarse en una pensión de mala muerte, subsistiendo gracias a la generosidad de sus compañeras sufragistas. Durante el despertar de su vocación activista, Maud ha sido seguida muy de cerca por el inspector Steed (Brendan Gleeson), el agente encargado de la operación de vigilancia encubierta de la policía metropolitana. Cuando Steed filtra a la prensa fotografías de las activistas, entre ellas una de Maud, Taylor no duda en echarla de la lavandería. Ante tal injusticia, ella reacciona aplastándole la mano con una plancha caliente, resignándose a la consiguiente condena. Ahora, sin hogar ni ingresos, y acusada de un delito, es cuando Steed decide tantearla, creyendo que flaqueará y le ayudará, y le promete retirar los cargos contra ella a cambio de que Maud le ayude a infiltrarse en el movimiento y le informe de las actividades de su célula. Maud rechaza la propuesta de Steed. En colaboración con Edith y Violet, buscan la forma de perpetrar una serie de ataques contra las líneas de comunicación para llamar la atención del público, cortando cables del telégrafo e incendiando buzones de correos.

    Comentario

    El nacimiento de los primeros movimientos feministas en la Inglaterra de principios del siglo XX, en un drama firmado por Sarah Gravron (“Brick Lane”) que protagonizan Carey Mulligan, Helena Bonham-Carter y Meryl Streep. Cuenta la historia de las sufragistas inglesas en los albores de la Primera Guerra Mundial. La mayoría de estas mujeres no venían de clases altas, sino que eran mujeres trabajadoras que veían cómo sus protestas pacíficas no servían para nada. Radicalizadas y volviendo su lucha cada vez más violenta, estaban dispuestas a perderlo todo en su búsqueda incansable de la igualdad: sus trabajos, sus casas, sus hijos y sus vidas.