Intérpretes
Sinopsis
Joe Warr (Clive Owen) se enamora de la amazona australiana Katy (Laura Fraser) y decide dejarlo todo e irse a vivir con ella a Australia, Allí disfrutan de una idílica vida familiar con su hijo Artie (Nicolas McAnulty), en una entrañable casa situada en un barranco cercano a la costa. Joe es erudito, obstinado, chovinista, divertido y egocéntrico. A veces se toma un par de copas y a veces recuerda que es padre. Pero la tranquilidad desaparece de su vida cuando Katy muere trágicamente de cáncer. Joe se queda hecho polvo y debe enfrentarse a una nueva situación: ahora debe aprender a vivir con el luto y aprender a educar a su hijo Artie, un chiquillo de seis años al que prácticamente no conoce. Joe no sabe muy bien cómo se educa a un niño, pero tiene muy claro que debe evitar a toda cosa que su dispuestísima suegra Barbara (Julia Blake) tome las riendas y gobierne la situación. Joe decide intentar hacerlo solo y echa por tierra todas las reglas de la buena vida familiar. A partir de ahora sus vidas estarán gobernadas por una nueva filosofía vital: el “Di que sí”. Este enfoque da pie a muchas situaciones cómicas que se complican aún más cuando Harry (George MacKay), el hijo de catorce años de Joe nacido durante su anterior matrimonio, decide irse a vivir con su padre a Australia. El alocado mundo sin reglas que ha creado Joe pierde rápidamente del encanto del Mundo de los Niños Perdidos de Peter Pan para convertirse en un paraíso medio-asilvestrado. El camino hacia la felicidad está cargado de obstáculos: Harry se encara a Joe y le culpa de haberle abandonado, Barbara critica ferozmente la falta de estabilidad y disciplina que gobiernan la vida de Artie y Laura… Laura (Emma Booth) es un caso aparte. Laura es la mamá de Lucy, una niña del colegio de Artie, que se lleva bastante bien con Joe, aunque empieza a temer que lo de Joe no es una filosofía sino una manera de disfrazar su irresponsabilidad y su vaguería. Joe acude a Laura cuando necesita algo, pero nunca le ha pedido una cita. Laura suele lograr ocultar su desilusión, pero el incidente del pollo congelado descongelándose en la bañera es la gota que colma el vaso… La situación estalla cuando Joe se arriesga a dejar a sus hijos solos el fin de semana por motivos laborales. En su ausencia, su casa es invadida por adolescentes y como resultado la familia de Joe acaba hecha añicos. Ahora debe hacer frente a la situación y a sus miedos y solventar sus fallos para recuperar a los chicos. Acaban creando una nueva unidad social: una familia compuesta por un padre que vive con sus dos hijos. Sin mujeres. Como si fuera un experimento lanzado en un satélite, libre de influencias terrestres.
