Intérpretes
Sinopsis
Una chica joven aparece muerta de frío en una zanja, en el campo, en el sur de Francia. Poco llegaremos a saber sobre Mona (Sandrine Bonnaire), aparte de que ha impresionado a los que la han visto durante sus últimas semanas: trotamundos, vagabundos, camioneros y todo tipo de gentes de la carretera. Y también David, con quien ocupa un viejo castillo mal guardado, unos pastores que le dan cobijo durante algunos días, y la señora Lander (Macha Méril), platanóloga, que la recoge en autostop y habla con ella. Juntos visitan los plátanos enfermos de su plantación, pero luego se separan. Una es limpia, la otra no. En una de esas visitas, Mona encuentra a otro agrónomo, Jean-Pierre (Stephane Freiss), cuya mujer, Eliane (Laurence Cortadellas), quiere apoderarse del piso de Lydie (Marthe Jarnias), la tía abuela de su marido. Yolande (Yolande Moreau), la criada de la anciana, que es muy sentimental y se siente poco querida por su compañero Paulo (Joel Fosse), compadece a Mona. Todas estas personas se cruzan en el camino de Mona, que llega a Nîmes tras una breve estancia en casa de Assoun (Yahiaoui Assouna), un obrero tunecino que trabaja en las viñas. En la ciudad, Mona empieza a beber y vagabundea por la estación con los más tirados del lugar, entre los que se encuentra Robert (Christian Chessa), un chulo que quiere prostituirla. Mona, que cada vez bebe más, pierde su tienda de campaña en el incendio de una casa abandonada. Se refugia por la noche en un invernadero pero al día siguiente, en un pueblo, cae en medio de una fiesta de viticultores un tanto siniestra, que la embadurnan con mosto. Escapa aterrorizada y, acosada por el hambre y el frío, cae en una zanja.