SIEMPRE HAY TIEMPO (HÉCTOR Y BRUNO)

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    Titulo original: Siempre hay tiempo (Héctor y Bruno)
    Año: 2009
    País: España
    Duración: 90 min.
    Dirección: Ana Rosa Diego
    Guión: Ana Rosa Diego, Encarnación Iglesias, Teresa Vilardell, Miquel Casamajor y Jesús Ponce.
    Música: Michael Thomas

    Intérpretes

    Txema Blasco, Eduardo Bulnes, Sergi Calleja, Montserrat Carulla, Fermí Reixach, Maite Sandoval.

    Premios

    Premio del Público y Premio Llave de la Libertad en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva.

    Sinopsis

    Héctor (Txema Blasco), un tranquilo anciano de un pequeño pueblo vasco, recibe una importante noticia: tiene que abandonar su pueblo antes de que las máquinas de demolición entren en su terreno. La construcción de una autovía es inminente. Héctor intenta resistirse y continúa con su quehacer diario, hasta el día en el que las grúas hacen su aparición en el pueblo. Despojado de sus posesiones, Héctor se pone en marcha hacia la gran ciudad para reencontrarse con su único hijo, Pedro (Sergi Calleja). Cuando Héctor consigue llegar a casa de su hijo, la sorpresa será mutua. Pedro se siente especialmente incómodo ante la visita de su padre. Héctor, por su parte, ve cómo sus valores y costumbres chocan con las del nuevo hogar. La adaptación de Héctor no será fácil: su nieto Bruno (Edu Bulnes) es un adolescente con problemas y sus padres están atrapados en un ritmo de vida estresante, a caballo entre el trabajo, el yoga y la comida precocinada. Demasiado contraste para un hombre acostumbrado a los productos del huerto y a despertarse con el canto del gallo. Aun así, pronto encuentra nuevas amistades como Luis (Fermí Reixach) o Clara (Montserrat Carulla), una anciana divertida que intenta seducirle. Además, Héctor empieza a acercarse a su nieto Bruno y descubre que éste víctima de burlas en su instituto. De ahí que el valeroso abuelo decida organizar una banda de ancianos para ayudar a su nieto. Una vez resuelto este problema aparece un nuevo frente. Laura (Maite Sandoval), su nuera, se siente cada vez más sola y está atravesando una fuerte crisis con Pedro. Héctor empieza a tomar cariño a su nueva familia. Es entonces cuando sale al descubierto algo que Héctor había estado ocultando: su repentina visita a la ciudad se debe a que ha sido expropiado de su casa en el pueblo. Héctor y Pedro, padre e hijo, dejan aflorar todos los resentimientos del pasado. Se provoca un conflicto entre “los dos padres” de esta familia hasta el punto que el anciano decide abandonar la casa en plena noche. Héctor busca refugio en Clara, con quien vive una especial noche de amor. Aun así, a la mañana siguiente, por culpa de un malentendido provocado por el miedo tras tantos años de soledad, Héctor rompe también con Clara. El anciano no tiene ya ninguna motivación para quedarse en la ciudad. Bueno, solamente una: despedirse de su nieto Bruno antes de regresar hacia el norte. En este divertido reencuentro el nieto le abre los ojos a su abuelo sobre el malentendido con Clara. Gracias a la ayuda de su nieto, Héctor consigue reconciliarse con la dicharachera y vitalista Clara y con Pedro y encontrar, al fin, el amor y la familia que tanto deseaba.

    Comentario

    Ana Rosa Diego, codirectora del documental “Retratos de mujeres saharauis” debuta en el largo de ficción con este drama familiar sobre el cambio de vida que sufre Héctor, un hombre mayor, que se ve obligado a salir de su pequeño pueblo vasco por la construcción de una gran autovía; y que tiene que compartir su vida con su familia, a la que casi no conocía. Una historia sencilla, realista y personal en la que se conjugan muchos contrastes: rural-urbano, pasado-presente, adolescencia-vejez... que finalmente conforman un cine íntimo, de temática cercana al espectador, que busca emocionarse con una mirada cariñosa hacia las personas mayores.