SEÑORA DE

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    Titulo original: Señora de
    Año: 2009
    País: España
    Duración: 90 min.
    Dirección: Patricia Ferreira
    Guión: Patricia Ferreira, María Salgueiro y Carmen I. Rábade
    Música: Arturo Kress

    Intérpretes

    Asunción Fernández Pico, Josefa González Rey, Carmen Osuña Castelló, Filomena Fraga Rey,Concepción Gómez Rocha, Romana San Luis, Mª del Pilar Pets Failde, Segunda Portabales Pombal, Ana María Blanco Gómez, Alicia García Gagino, María García Álvarez, Valentina Riesco Clemente y Mercedes Noval.

    Premios

    Tercer Premio a Mejor Largometraje Documental de la Sección Tiempo de Histoeia de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) Seleccionada para la Sección de Documentales del Festival de Málaga de Cine Español

    Sinopsis

    1962: un coche de línea entra en la periferia de Madrid. Recorre las calles del extrarradio ante la mirada atónita de María que siempre pensó que la capital sería un lugar más hermoso. Por fin, el autobús llega a su destino en la calle “Isla Malaíta” del barrio de Peñagrande. Se trata de una residencia del Patronato de la Mujer donde van a parar jóvenes solteras que han sufrido la deshonra de quedar embarazadas. En aquellos años, el “Patronato de la Mujer” era una Institución dependiente del Ministerio de Justicia que velaba por la salud moral de las mujeres. Bastaba con una denuncia de un vecino diciendo que una mujer llevaba una “vida licenciosa” para que la enviaran a un reformatorio. Y si se trataba de un embarazo, entonces su destino era la residencia madrileña. Esta es la historia que nos cuenta María. Tenía 16 años y estaba embarazada cuando atravesó las puertas de aquel lugar, donde pasó su embarazo y los primeros meses con su hijo, en un régimen casi carcelario, acusada del crimen de ser una “pecadora”, lo que la privaba del derecho a casi todo. Y nunca ha podido olvidar cada uno de los detalles de aquel viaje que transformó su vida de niña de colegio de monjas, en la dura vida de una madre soltera, estigmatizada por el hecho de serlo en la España franquista. El testimonio de María inicia el recorrido por la vida de una serie de mujeres que crecieron en esas décadas. Entre todas articulan el retrato de varias generaciones que vivieron su juventud y su madurez en los años del franquismo, cuando a las mujeres se las consideraba ciudadanas de segunda categoría. Pilar, que tuvo el valor de separase de su esposo cuando nadie lo hacía, pero tuvo que aceptar volver a vivir bajo la tutela de su padre para poder sobrevivir. Segunda, a quien le hubiera gustado disfrutar del sexo, pero confiesa que hasta que fue muy mayor no supo lo que era un orgasmo. Conchi, que desde muy joven tomó la decisión de que quería tener como compañera a otra mujer, pero jamás se atrevió a vivir con ella. Josefa, que siempre quiso aprender a leer y tuvo que hacerlo ella sola, juntando las letras y deduciendo su significado. Valentina, que fue comadrona y vivió de cerca lo inhumano de los abortos clandestinos. Alicia, que viu frustrados sus intentos para trabajar en lugares donde siempre escogían a un hombre antes que a ella Asunción, que tuvo que sacar adelante, ella sola, a sus hijos porque mientras una mujer adúltera podía ser condenada a la cárcel, un hombre podía abandonar a su familia sin ningún castigo. Romana, que estudió derecho cuando muy pocas mujeres lo hacían. Al quedar viúda toma consciencia de que este hecho cambió radicalmente su vida, ya que cuando las mujeres perdían al marido quedaban a merced de la familia, los trabajos precarios o la beneficencia. Filomena, a la que le hubiera gustado ser pintora o periodista pero siempre fue consciente de que no podía elegir su destino y hoy en día intenta recuperar el tiempo perdido escribiendo los libros que siempre quiso. Ana, que soñó con ser actriz, o bailarina; soñó con poder trabajar mano a mano con otros compañeros y compañeras, pero cuando se casó supo que, desde ese momento, todo había acabado para ella y que pasaba a ser solamente “Señora de”.

    Comentario

    Patricia Ferreira (“Sé quién eres”, “El alquimista impaciente”, “Para que no me olvides”) recoge los testimonios de varias generaciones de mujeres a las que la historia ni siquiera les permitió soñar. Lo único que pudieron hacer fue resignarse y aceptar que nacieron y crecieron en otra época en la que sus voces, sus deseos e incluso sus pensamientos fueron silenciados. Los testimonios recogidos en Señora de son variados y muestran un amplio espectro de mujeres de diferentes clases sociales y con diferentes tipos de educación. Mujeres de la ciudad y del campo, del mar y de tierra adentro, que se enfrentan a sus recuerdos y hablan por primera vez de lo que fue su vida, de unas formas de vida que hoy resultan intolerables en nuestra sociedad occidental y desarrollada, pero que constituían la vida de las mujeres de Galicia y en la reciente historia de España.