ROSAS DE OTOÑO

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    Titulo original: Rosas de otoño
    Año: 1943
    País: España
    Duración: 73 min.
    Dirección: Juan de Orduña.
    Guión: Antonio Más Goldberger, basado en la obra homónima de Jacinto Benavente.
    Música: Juan Quintero.

    Intérpretes

    María Fernanda Ladrón de Guevara, Mariano Asquerino, Marta Santaolalla, Luchy Soto, Julia Lajos, Fernando Fernán-Gómez, José María Seoane, Luis Prendes, Pedro Larrañaga y Eloisa Muro.

    Sinopsis

    El cincuentón Gonzalo (Mariano Asquerino), casado en segundas nupcias con Isabel (María Fernanda Ladrón de Guevara), y su yerno Pepe (Luis Prendes), casado con la hija de su primer matrimonio María Antonia (Marta Santolalla), pertenecientes todos a la alta sociedad, se han enamorado de una misma mujer, la francesa Josefina Barona (Luchy Soto). La pareja de estafadores formada por Josefina y Adolfo Barrona (Fernando Fernán Gómez), aprovecha la situación para que a ella le regalen joyas sus enamorados, cobrar trescientas mil pesetas a Isabel por las cartas de amor de su marido y su yerno, mientras que a él le nombran gerente de su importante empresa y falsifica una firma para robar un millón de pesetas. Descubiertos por casualidad por una amiga de la familia llamada Laura (Julia Lajos), son detenidos cuando van a subir a un avión rumbo a París. Al mismo tiempo, María Antonia, cansada de las continuas infidelidades de su marido Pepe, está a punto de entregarse al novelista Federico Reinosa (José María Seoane), del que se ha enamorado, pero su madrastra Isabel lo impide, la convence de que su obligación es querer a su marido y tapa su falta.

    Comentario

    Tras realizar un par de comedias de clara inspiración hollywoodiense, el realizador Juan de Orduña cambia de registro y se adentra en el terreno melodramático ilustrando una obra de Jacinto Benavente cuyos principales méritos son un breve metraje y las interpretaciones de un elenco artístico de cierta experiencia en los escenarios. La película tiene unas ciertas pretensiones cultas, es una de las escasas producciones del franquismo que se rodó con sonido directo y significó una reivindicación de Jacinto Benavente en un momento en que el franquismo había prohibido incluso citar su nombre en los medios de comunicación.