ROMA, CIUDAD ABIERTA (1945)

    129
    Titulo original: Roma, città aperta
    Año: 1945 (Reposición)
    País: Italia
    Duración: 100 min.
    Dirección: Roberto Rossellini
    Guión: Sergio Amidei y Federico Fellini
    Música: Renzo Rossellini

    Intérpretes

    Aldo Fabrizi, Anna Magnani, Marcello Pagliero, Vito Annichiarico, Nando Bruno, Harry Feist, Giovanna Galletti, Francesco Grandjacquet, Eduardo Passarelli, Maria Michi, Carla Rovere, Carlo Sindici, Joop van Hulzen y Ákos Tolnay.

    Premios

    Palma de Oro del Festival de Cannes. Nominada al Oscar al Mejor Guión

    Sinopsis

    Al final de la II Guerra Mundial, con la ciudad de Roma aún ocupada por los nazis, el idealista líder de la resistencia, el comunista Giorgio Manfredi (Marcello Pagliero), perseguido por la Gestapo, se reúne con su grupo en un apartamento prestado por un simpatizante, el tipógrafo Francesco (Francesco Grandjacquet), al que piden ayuda para llevar dinero, provisiones y otros enseres al campo de batalla. Francesco mantiene relaciones con su vecina, Pina (Anna Magnani), una viuda que lleva adelante a su pobre familia y que además espera un hijo de Francesco. El sacerdote católico Pietro Pellegrini (Aldo Fabrizi), amigo de todos ellos, quiere casar a Francesco con Pira. La temible Gestapo sólo piensa en arrestar a Manfredi, miembro del Comité Nacional de Liberación. Annie Marie ofrece refugio en su casa a Manfredi y a alguno de sus compañeros pero, tras una denuncia de Marina (Maria Michi), una vecina que tiempo atrás fue una antigua amante de Giorgio, son descubiertos y los alemanes rodean la casa en la que se esconde el líder de la resistencia y sus camaradas. Algunos consiguen escapar por los tejados, pero Manfredi es apresado…

    Comentario

    En la Roma recién liberada de la ocupación alemana de 1945, Roberto Rossellini dirige una de las grandes películas de la historia del cine, con la que marca uno de los puntos culminantes de un estilo recién creado, el Neorrealismo, en las más duras condiciones imaginables: sin presupuesto, con un reducidísimo equipo técnico, y con los restos del material fílmico de los laboratorios fascistas. Pero a pesar de todos los inconvenientes, Rossellini realiza una auténtica obra maestra sobre la supervivencia y la lucha por la libertad. Con narrativa típicamente hollywoodiense pero rodada con un estilo documental, Rossellini atrapa en los fotogramas de Roma, ciudad abierta la atmósfera y el estremecimiento de la lucha de la Resistencia, formada por gente corriente, contra el fascismo. La historia, en clave de melodrama, plantea la eterna lucha entre el bien y el mal, entre la clase trabajadora, pobre, esforzada y sufriente en contraposición a aquellos que venden sus almas por el dinero, el lujo o los falsos ideales. Anna Magnani realiza un increíble trabajo interpretativo en el que vuelca sus propia experiencia vital cargada de humanidad. También destaca el sacerdote interpretado con sensibilidad por Aldo Fabrizi. El resto del reparto está formado a partes iguales por actores profesionales y no profesionales, que además fue la primera obra importante de Rossellini.