Intérpretes
Sinopsis
Seymour Parrish (Robin Williams) trabaja como dependiente y revelador de un laboratorio fotográfico de una de esas cadenas de Fotos en una hora, que se encuentra en las instalaciones de un gran centro comercial. Seymour es un hombre pusilánime, de escaso atractivo, amable y solícito, con importantes carencias sociales y afectivas desde su infancia. Se precia mucho de hacer un buen trabajo con todos los rollos de película que le llevan, y a pesar de su débil personalidad parece llevar una existencia apacible, aunque sumamente solitaria. Por sus manos pasan cada día las ilusiones, engaños y secretos de decenas de personas que llevan sus carretes para revelar al establecimiento donde trabaja. El interés de Seymour se centra, obsesivamente, en los Yonkin, una familia convencional (padre, madre e hijo) que son clientes habituales de la tienda. A través de sus fotos Seymour ha contemplado de lejos la vida de los Yorkin y éstos, sin saberlo, se han convertido en su familia postiza. Seymour ha podido ver el amor que se profesan Nina (Connie Nielsen) y su marido Will.(Michael Vartan). Ha sido testigo de todas y cada una de las vacaciones de la familia. Ha visto crecer a su hijo Jake (Dylan Smith), desde que era un crío hasta que se ha convertido en un hombrecito de nueve años, al que le regala una cámara fotográfica por su cumpleaños. Seymour cree haber adquirido una cierta familiaridad con ellos, familiaridad que no es real ni correspondida del mismo modo. Pero lo que podría ser un inocente deseo de alejar su soledad se convierte poco a poco en una enfermiza obsesión. Con el tiempo ha ido confeccionando, con materiales del laboratorio, su propio álbum de fotografías de la familia Yonkin, lo que le traerá problemas laborales. Sin embargo, Seymour verá como su ya de por sí precaria estabilidad mental se rompe cuando descubre, al revelar un carrete, que Will tiene una amante, un hecho que puede alterar el orden de las cosas y destruir el equilibrio de esa familia perfecta que son los Yorkin. De inmediato, Seymour que consi