Intérpretes
Sinopsis
Aragón, 1937. Mosén Millán (Antonio Ferrandis), cura de un pueblo, está sentado en la sacristía esperando que lleguen los parientes y amigos de Paco el del Molino (Antonio Banderas), para celebrar una misa de requiem por su alma. Mientras espera en tensa angustia porque sospecha que pocos vecinos van a acudir, va recordando los incidentes de la vida del muerto. Paco el del Molino, joven campesino de la aldea, había sido asesinado el año anterior por unos forasteros, con la colaboración activa de los ricos del pueblo y pasiva, en cierta forma involuntaria, del cura. Muy respetado y querido en el pueblo, Paco había intentado, como concejal del Ayuntamiento, algunas reformas del sistema feudal de arrendamiento de las tierras de la localidad y de otros pueblos cercanos, propiedad de un duque que casi nunca se molestaba en visitar la aldea. Dichas tierras las administraba don Valeriano (Fernando Fernán Gómez), uno de los ricos de la localidad. Eran los tiempos de la República y las reformas iban por buen camino, cuando estalla la guerra civil. De pronto, aparecen por allí unos forasteros que comienzan a matar a los campesinos destacados en la vida política local. Paco el del Molino, para salvar su vida, se ha ocultado en unas cuevas cercanas al pueblo. El cura, que se entera del escondrijo, se esfuerza por mantener el secreto, pero coaccionado por las preguntas de los forasteros acaba por revelarlo. Van a detenerlo, pero Paco está armado y los recibe a tiros, no dejando acercarse a nadie. Entonces Mosén Millán acompaña a los pistoleros como mediador y, con la promesa de que no le van a hacer nada, lo convence para que se entregue. Sin contemplaciones, los jóvenes falangistas lo asesinan, junto a otros dos campesinos. El cura los ha confesado, y luego les da la extremaución.