Randy Newman.
Temas musicales: “One More Hour”, interpretado por Jennifer Warnes; “Main Title”; “Newsreel”; “I Could Love a Million Girls”; “Train Ride”; “Tateh’s Picture Book”; “Lower East Side”; “Delmonico Polka”; “Coalhouse and Sarah”; “Waltz for Evelyn”; “Sarah’s Responsibility”; “Change Your Way”; “Clef Club No. 1”; “Atlantic City”; “Clef Club No. 2”; “Sarah’s Funeral”; “Denouement”; “Ragtime”; y “Ragtime Theme”.
Intérpretes
Premios
Premios Oscar: Nominada al Oscar al Mejor Actor de Reparto (Howard E. Rollins Jr.), a la Mejor Actriz de Reparto (Elizabeth McGovern), a la Mejor Música, a la Mejor Canción (“One More Hour”), al Mejor Guión Adaptado, a la Mejor Fotografía, a la Mejor Dirección Artística y al Mejor Diseño de Vestuario.
Premios BAFTA de la Academia de Cine Británico: Nominada a la Mejor Canción (“One More Hour”)
Globos de Oro: Nominada al Mejor Director, a la Mejor Película Dramática, al Mejor Actor de Reparto (Howard E. Rollins Jr.), a la Mejor Actriz de Reparto (Mary Steenburgen), a la Mejor Canción (“One More Hour”), al Mejor Actor Revelación (Howard E. Rollins Jr.) y a la Mejor Actriz Revelación (Elizabeth McGovern).
Sinopsis
Nueva York, 1906. En un barrio residencial de clase media, el Padre (James Olson), la Madre (Mary Steenburgen) y el Hermano Menor (Brad Dourif) escuchan llantos durante la comida y descubren a un niño negro recién nacido abandonado en el jardín. A pesar de las objeciones del Padre, la madre decide aceptarlo en casa, en el piso superior, junto a su jovencísima y desolada madre, Sarah (Debbie Allen). Por otro lado, el millonario Harry K. Thaw (Robert Joy) dispara contra el famoso arquitecto Stanford White (Norman Mailer) a causa de una muchacha, Evelyn Nesbit Thaw (Elizabeth McGovern), desencadenando así el llamado juicio del siglo.A su salida del tribunal, tras el fraudulento juicio que salva a Thaw de la pena capital en la consideración de una falsa enfermedad mental grave, Evelyn conoce a Tateh (Mandy Patinkin), dibujante judío de siluetas que ha roto con su adúltera mujer, quedándose con la pequeña hija. El Hermano Menor, enamorado como un adolescente de Miss Nesbit, la sigue a todo lugar y, al fin, se presenta. A la semana siguiente, el pianista de color Coalhouse Walker Jr. (Howard E. Rollins Jr.) irrumpe en la casa a la hora de la comida, presentándose como padre de la criatura y postulándose como futuro esposo de Sarah. Obtenido no sin dificultades el precioso sí, sus visitas se van haciendo cotidianas. Pero un Ford T conducido por un afroamericano elegantemente vestido es un reclamo demasiado tentador para la bilis y el odio racista… Coalhouse se ve en una encerrona a bordo de su lujoso auto, es objeto de las burlas de un hatajo de bomberos voluntarios y, al final, no haciendo más que empeorar las cosas la reacción recta y digna de un Walker a quien se pretende extorsionar económicamente además, el bestial jefe del grupo, Willie Conklin (Kenneth McMillan) culmina la faena arrancando el limpiaparabrisas y defecando en el asiento trasero. Por supuesto, todos los intentos de recurrir a una Justicia que detiene y esposa al agredido (y, mientras, el Ford T es vapuleado más aún y arrojado a una acequia), son inútiles. Incluso los abogados de color aconsejan a Walker que detenga su cruzada, Sin embargo, la gran tragedia no tarda en suceder: En su ingenuidad, Sarah trata de acercarse en un acto a pedir clemencia al vicepresidente de la nación, y un gorila uniformado la emprende a porrazos con la muchacha, hiriéndola mortalmente. Walker, primero solo y luego con un puñado de voluntariosos reclutas, a sangre y fuego, y en la eficaz clandestinidad, declara la guerra a las estaciones de bomberos voluntarios, con sólo dos simbólicas exigencias: El encausamiento de Conklin y que su Ford T le sea devuelto reparado y limpio como la patena. Se le une un utilísimo e insospechado elemento: El Hermano Menor ofrece sus servicios de especialista pirotécnico. Esto les marcará la naturaleza de su objetivo definitivo: Se atrincherarán en la valiosísima Biblioteca del omnipotente J. Pierpoint Morgan hasta obtener la libertad de los miembros jóvenes de la banda, que huyen en el remozado Ford T. Sin embargo, Coalhouse Walker, que ha vigilado la operación de desalojo a pie de detonador, se autoinmolará saliendo con los brazos en alto a sabiendas de que será acribillado a balazos, sin piedad ni justificación.