Titulo original: Rabia
Año: 2009
País: España - Ecuador - México
Duración: 89 min.
Dirección: Sebastián Cordero
Guión: Sebastián Cordero basado en una novela de Sergio Bizzio.
Música:
Lucio Godoy.
Intérpretes
Martina García, Gustavo Sánchez Parra, Concha Velasco, Xabier Elorriaga, Icíar Bollaín, Yon González, Àlex Brendemühl, Fernando Tielve, Javier Tolosa y Karlos Aurrekoetxea.
Premios
Biznaga de Oro a la Mejor Película, Mención Especial al Mejor Actor (Gustavo Sánchez Parra), Biznaga de Plata al Mejor Actor Secundario (Alex Brendemühl) y Biznaga de Plata a la Mejor Fotografía en el Festival de Málaga de Cine Español.
Sinopsis
José María (Gustavo Sánchez Parra) es un inmigrante ilegal ecuatoriano que trabaja como albañil en un pueblo del Pais Vasco en España. El hombre está iniciando un tierno romance con la bella Rosa (Martina García), quien trabaja como sirvienta en una gran mansión, habitada por un matrimonio senil que forman Elena (Concha Velasco), una señora bondadosa pero alcohólica y su marido Edmundo Torres (Xabier Elorriaga), de carácer intransigente. Sin embargo, José María tiene incontrolables arranques de rabia, con todo aquel que ofende a su novia. Como consecuencia, es despedido de su trabajo y, en una discusión, causa accidentalmente la muerte de su jefe. Asediado por la policía, decide esconderse en la mansión donde trabaja su novia, sin que ella ni nadie se de cuenta por varios meses. Oculto entre el desván y los rincones de la casa, José María se convierte en una presencia fantasmal que observa e interviene en la vida de Rosa y de aquellos que la rodean. En Navidad reciben la visita de sus hijos, él libertino y derrochador Álvaro (Àlex Brendemühl) y la hija divorciada Marimar (Iciar Bollaín)., descubriendo que Álvaro la acosa, y que ella está embarazada. La rabia incontrolable de José María volverá a aparecer mientras se va degradando física y mentalmente, hasta convertirse en una sombra, una rata que se escabulle por los entresijos de la vieja mansión señorial donde se esconde.
Comentario
Tercer largometraje del ecuatoriano Sebastián Cordero (Quito, 1972) tras “Ratas, ratones, rateros” (1999) y “Crónicas” (2004), que cuenta con el mexicano Guillermo del Toro como coproductor. Con guión del propio Cordero sobre una novela de Sergio Bizzio, la narración posee un fuerte dramatismo que es bien trabajado con el estilo sobrio y contenido del director. A destacar la interpretación de su protagonista, el mexicano Gustavo Sánchez Parra, que tuvo que adelgazar bastantes kilos para dar vida al personaje de un inmigrante escondido y hambriento durante semanas en la enorme casa en la que su novia trabaja como asistenta interna. En el filme el paralelismo con las ratas es una metáfora que aprovecha el director, sobre todo en la sofocante secuencia de la fumigación de la casa, plneada para acabar con los invasores indeseables.