QUILLS

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    Titulo original: Quills.
    Año: 2000
    País: EE.UU.
    Duración: 124 min.
    Dirección: Phillip Kauffman.
    Guión: Doug Wright, sobre su propia obra teatral.
    Música: Stephen Warbeck. Tema musical: Au clair de la lune, de Jean-Baptiste Lully.

    Intérpretes

    Geoffrey Rush, Joaquin Phoenix, Kate Winslet, Michael Caine, Billie Whitelaw, Patrick Malahide, Amelia Warner, Jane Menelaus, Stephen Moyer, Tony Pritchard, Michael Jenn, Danny Babington, George Yiasoumi, Stephen Marcus, Elizabeth Berrington, Edward Tudor-Pole, Harry Jones, Bridget McConnell, Pauline McLynn y Rebecca R. Palmer.

    Sinopsis

    A finales del Siglo XVIII, tras la sangrienta Revolución Francesa, apareció una figura polémica e inconformista, el Marqués de Sade, padre del término sadismo. Sade constituyó tal escándalo en su día que aún sigue conmocionado en la actualidad. El marqués de Sade (Geoffrey Rush) pasa los últimos diez años de su vida en el manicomio Charenton, en las cercanías de París. Allí entabla amistad con el bondadoso abad Abbe Coulmier (Joaquin Phoenix), responsable de su vigilancia, junto al que comparte el afecto por la lavandera del asilo, Madeleine (Kate Winslet). Pero cuando Napoleón, ante las insistentes provocaciones del marqués, envía al doctor Royer-Collard (Michael Caine) para que cure su supuesta locura y enderece su retorcida mente, el rebelde carácter de éste se hace aún más fuerte. Ante el acoso psicológico del doctor y las torturas físicas a las que se ve sometido, la única salida de Sade es contar con la amabilidad de la lavandera Madeleine, adicta a sus relatos, para conseguir sacar a la luz su última historia. Una complicidad que le puede costar muy caro a la doncella y que pone en peligro la posición hasta ahora neutral y conciliadora del joven Coulmier, quien se verá absorbido irresistiblemente por el turbio mundo del marqués.

    Comentario

    La última película del veterano Philip Kaufman recrea los últimos años de vida del Marqués de Sade. Ambientada en una atmósfera viciada, de tonos lúgubres y ambiente gótico del manicomio donde ha sido recluido cuenta con un extraordinario trabajo de Geoffrey Rush como el personaje protagonista. El actor trabajó con un asesor psicológico que había estudiado la vida del Marqués desde su infancia, analizando los orígenes de sus inusuales preferencias. La película hace una reflexión sobre la libertad de expresión, la irrefrenable liberación de los espíritus reprimidos y la plenitud de la sexualidad vivida sin concesiones, profundizando en las cuestiones morales planteadas por un personaje tan proscrito como Sade, y que denuncia las terribles consecuencias que la censura moral y la persecución purista puede llegar a provocar.