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Sinopsis
Loretta Webb (Sissy Spacek) es una joven de 13 años, orgullo de su padre Ted (Levon Helm), que vive con sus padres y con sus seis hermanos y hermanas en una casa de Butcher Hollow, Kentucky, a unas millas de la mina donde su padre trabaja. El hijo de Red, Lynn Doolittle (Tommy Lee Jones), también conocido como Mooney debido a sus ocasionales tonterías, y Loretta desean casarse. La boda es consentida, de muy mala gana, por los Webb. La única condición de Ted es que Mooney prometa que nunca pegará a Loretta y que jamás la alejará de su casa. Su casamiento es duro y el ambicioso Mooney tiene un mal comienzo, especialmente por la falta de la adecuada información sexual de Loretta. Contando con que Loretta es una buena cantante, como las que él ha oído por la radio, Mooney la convence para que actúe con una banda local en el Grange Hall tras lo que decide que debería grabar un disco. La canción Honky Tonk Girl, escrita e interpretada por Loretta, es enviada por Mooney a todas las emisoras de música country del país, junto con una nota y una foto de Loretta. A la muerte de su padre, Loretta y Mooney regresan con sus hijos a Butcher Hollow para el funeral. Será entonces cuando Mooney la empuje para que se decida a dedicarse a la canción. El matrimonio deja a sus hijos con la madre de Loretta y se embarcan en una ambiciosa gira. En una de las paradas se enteran, por casualidad, que Honky Town Girl está en el número 14 de las listas de ventas. En la siguiente parada, Nashville, Loretta es presentada por el legendario Ernest Tubb (Ernest Tubb) logrando un enorme éxito. Tras diecisiete semanas ininterrumpidas en el Opry, Loretta conoce a uno de sus ídolos, Patsy (Beverly D’Angelo), la reina de la música country. Las dos se hacen amigas y Patsy invita a Loretta para que se una a su compañía. Pero poco después, y con solo 29 años, Patsy muere en un accidente de aviación, lo que supone un duro golpe para Loretta. En una terrible noche, y ante una enorme multitud, estalla en el escenario, pronuncia un pequeño monólogo y se desvanece. Mooney, tembloroso, la rescata de la agobiante multitud de fans. Bajo las órdenes del médico, Loretta se tranquiliza y renueva su amistad con su familia. Se va haciendo nuevamente a la vida familiar, pero Mooney la sorprende con su deseo de comprar una nueva casa. Otra vez Mooney está haciendo planes sin consultarla y Loretta está a punto de volverse loca. Pero antes de que este ataque lleve a otro de mayor importancia, comentan sus problemas y rompen a reír, maravillándose del futuro de dos personas que han vivido tan buenos ratos durante tanto tiempo.