Titulo original: Five million years to earth / Quatermass and the Pit
Año: 1967
Fecha de estreno en España: 02-12-1968
País: Gran Bretaña
Duración: 98 min.
Dirección: Roy Baker
Guión: Nigel Kneale
Música:
Tristram Cary
Intérpretes
James Donald, Andrew Keir, Barbara Shelley, Julian Glover, Duncan Lamont, Bryan Marshall, Peter Copley, Edwin Richfield, Maurice Good, Grant Taylor, Robert Morris, Sheila Steafel, Hugh Futcher, Hugh Morton, Thomas Heathcote, Noel Howlett, Hugh Manning, June Ellis, Keith Marsh, James Culliford, Bee Duffell, Roger Avon, Brian Peck y John Graham.
Sinopsis
En el curso de unas excavaciones con objeto de ampliar las líneas del metro londinense, son desenterrados varios esqueletos prehistóricos junto a una misteriosa estructura de metal de gran tamaño. Al principio se cree que puede ser una bomba de la Segunda Guerra Mundial lanzada por los nazis. El ejército descubre que no es nada parecido y llama al profesor Bernard Quatermass (Andrew Keir), que junto con el doctor en antropología Matthew Roney (James Donald) y su ayudante Bárbara Judd (Barbara Shelley) intentaran explicar el enigma. El profesor Quatermass descubre en su interior unas criaturas alienígenas que intentaron conquistar la Tierra en tiempos prehistóricos y, a través de sus experimentos en los primeros hombres, alteraron la evolución humana hasta llegar a su estado actual. Aunque adormecidas por muchos siglos, ahora existe el peligro de que puedan despertar y tratar de dominar a la humanidad.
Comentario
La tercera película que la productora británica Hammer dedicó al personaje del doctor Quatermass, que aquí eleva la serie a su punto álgido gracias a un brillante guión y las excelentes interpretaciones de su trío protagonista. La película combina misterio, terror y ciencia-ficción a partes iguales siendo el punto de referencia de numerosas series y largometrajes producidos posteriormente. El personaje del protagonista, abandonado por Brian Donlewy, su intérprete original, pasa a estar encarnado por Andrew Keir. La acción se sitúa en el Londres de la época, cuando las obras de ampliación de un túnel del metro deja al descubierto lo que parecen restos de una nave extraterrestre. La película sigue siendo muy entretenida y conserva el buen acabado y la perfecta realización que imprimía la Hammer a todos sus productos, aunque modesta en cuanto a historia y efectos.