Intérpretes
Sinopsis
Cuando el psiquiatra de Anna (Emily Browning) le da el alta de la clínica mental, en donde ha estado recuperándose tras un intento de suicidio después de la trágica muerte de su madre, la joven se queda perpleja al ver que su padre Steven (David Strathairn) tiene un romance con Rachel (Elizabeth Banks), la antigua enfermera de su madre. Sintiéndose traicionada y asustada, busca consuelo en su hermana mayor Alex (Arielle Kebbel). Pero Alex, que comparte su animadversión contra su madrastra, se muestra extrañamente distante al principio. Anna de pronto se siente perdida. Y lo que es peor aún, Rachel, que ha tomado el control de la casa, parece decidida a borrar todos los recuerdos de la madre de Anna y Alex. Finalmente, Alex confiesa que se ha sentido abandonada por Anna, y que se quedó sola frente a Rachel. Anna intenta contarle la vida horrible que ha llevado en el hospital, pero Alex dice que la vida en casa ha sido también bastante terrible. Anna y Alex vuelven a conectar gracias a su animadversión hacia la nueva novia de su padre, y por culpa de la falta de capacidad paternal de éste, se sienten completamente abandonadas. La posibilidad de que se cree algún vínculo entre Anna y Rachel salta por los aires cuando la chica comienza a tener unas visiones terroríficas de su madre (Maya Massar) pidiéndole ayuda y sugiriendo que Rachel pudiera haber causado su muerte. Asustada y confundida por las visiones, y alentada por la abierta hostilidad de Alex hacia Rachel, Anna se decide firmemente a dejar claro su lugar en la casa y proteger a la familia. Rachel, que tiene más experiencia en el arte de la manipulación, parece llevar las de ganar. Pero Anna no es tan frágil como podrían hacer creer su tranquilo comportamiento y su delicado estado emocional. A medida que las tensiones aumentan y Anna está cada vez más convencida de que Rachel jugó un papel decisivo en la muerte de su madre, se pone de acuerdo con Alex para encontrar pruebas de su falsedad, cualquier cosa que pueda convencer a su padre de que está cometiendo un terrible error. A medida que Anna y Alex van desvelando el pasado de Rachel, descubren ciertos detalles perturbadores y potencialmente peligrosos. Rachel no los niega, pero deja claro que Anna se está metiendo en un terreno peligroso y le advierte de que tenga cuidado si pretende interponerse entre Rachel y Steven. Decididas a acabar con el terror, Anna y Alex conspiran para desenmascarar a Rachel de una vez para siempre. Pero Rachel tiene sus propios planes, y la batalla de voluntades entre las dos chicas y su madrastra llega a una aterradora conclusión.