PLUMA AL VIENTO

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    Titulo original: Pluma al viento / Plume au vent
    Año: 1952
    País: España - Francia
    Duración: 85 min.
    Dirección: Louis Cuny y Ramón Torrado.
    Guión: Rene Wheeler, Guy Decomble y Louis Cuny, con diálogos de Michel Duran, Enrique Llovet, basado en la opereta de Jean Nohain y Clayde Pingault del mismo título.
    Música: Claude Pingault. Tema musical: Farruca.

    Intérpretes

    Carmen Sevilla, Georges Guétary, José Luis Ozores, Jacqueline Pierreux, Jean Gaven, Félix Fernando, Nicole Francis, José Prada, Rosario Royo, Pilar Gomez Ferrer, Rosita Valero, José Gomix, José Riego, Julio Riscal, Aníbal Vela, María Paz Carrero, María Isbert, Manuel Requena, Francisco Bernal y Carlos Díaz de Mendoza.

    Sinopsis

    El joven veterinario Carlos Ibarra (Georges Guetary) trabaja al frente de la clínica de su padre. Le llaman Pluma al viento porque es como una pluma que vuela y se posa sobre una chica guapa; luego, un poco de viento se lo lleva hasta otra, según un amigo suyo explica. Una de las clientes de la clínica, la vedette Alicia Velasco (Nicole Francis), se enamora de Carlos. Javier Bullón (José Luis Ozores), amigo de Carlos, recibe en herencia parte de la farmacia que, en la capital, regenta el señor Pardillo, y como se dedica a inventar raros artilugios, no quiere encargarse de la farmacia, por lo que pide a Carlos que, haciéndose pasar por él, vaya a parlamentar con el señor Pardillo. Este incidente da lugar a pintorescas aventuras del grupo de estudiantes, tanto en la ciudad como en el pueblo, en el que los muchachos deciden crear la Hostería de las canciones, intentando montar una revista musical en la que actúan, además de la vedette Alicia, la andaluza Elena (Carmen Sevilla) y la farmacéutica Ana María Pardillo (Rosario Royo).

    Comentario

    Extravagante adaptación de la opereta de Jean Nohain y Claude Pingault sobre los amoríos de un veterinario que se encuentra al frente de la clínica de su padre. Las presencias de la joven y lozana Carmen Sevilla, ya entonces convertida en una de las estrellas más fulgurantes de nuestro cine, y del efímero cantante francés Georges Guetary, resultan sin duda lo más estimulante de esta función firmada a dos manos por Louis Cuny para la versión francesa y Ramón Torrado para la española, más por cuestiones burocráticas, ya que Torrado no rodó nada del filme.