Intérpretes
Premios
Premio BAFTA de la Academia del Cine Británico al Mejor Guión Adaptado. Nominada al BAFTA a la Mejor Película, a la Mejor Actriz Protagonista (Judi Dench) y al Premio Alexander Korda a la Mejor Película Británica. Premio al Mejor Guión en el Festival Internacional de Cine de Venecia.
Sinopsis
El un cínico y descreído periodista Martin Sixsmith (Steve Coogan) acaba de perder su trabajo como asesor del Partido Laborista del Reino Unido y no está seguro de si dedicarse a correr o a escribir un libro sobre la historia de Rusia. Mientras tanto, Philomena Lee (Judi Dench), una humilde y bienintencionada mujer de más de 70 años, le confiesa a su hija que, cincuenta años atrás, ella dio a luz a un niño en Irlanda, pero debido a que no estaba casada se vio forzada a darlo en adopción. Poco tiempo después, Martin conoce a la hija de Philomena en una fiesta. Aunque en un principio él desprecia las historias de intereses humanos, necesita trabajar y un editor quiere la historia de Philomena. Posteriormente se reúne con ella y juntos comienzan a investigar lo que pasó con su hijo. Philomena dio a luz a su hijo Anthony (Harrison D`Ampney) en un convento de Roscrea y fue obligada a renunciar a sus derechos parentales. Lo cuidó hasta que fue adoptado a los tres años mientras trabajaba como lavandera. Su mejor amiga en el convento tenía una hija llamada Mary (Saoirse Bowen), que era buena amiga de Anthony. Un día, una pareja visitó el convento para adoptar a Mary, pero se llevó a ambos niños porque eran inseparables. Martin y Philomena inician su búsqueda en el convento. Las monjas son atentas y acogedoras, pero no tienen información, pues aseguran que los registros de las adopciones desaparecieron hace años en un incendio. Ahogando su frustración en un bar, Martin conoce a un joven que le narra los rumores que ha oído de los más ancianos: el convento deliberadamente destruyó los documentos en una hoguera y vendió niños a padres adoptivos, principalmente de los Estados Unidos. Como periodista y asesor político, Martin cuenta con gran número de contactos en los Estados Unidos. A pesar de que llegan a un callejón sin salida en Irlanda, los contactos de Martin en América podrían servir de ayuda. Investigando pasaportes y otros registros, Martin descubre que el hijo de Philomena ha sido adoptado por Doc y Marge Hess, quienes lo rebautizaron como Michael Hess (Xavier Atkins). Michael creció y se convirtió en un oficial de alto rango durante la administración del presidente Ronald Reagan. También se sabe que mantenía su homosexualidad oculta porque el Partido Republicano era altamente homofóbico. Finalmente, Martin se entera de que Michael (Sean Mahon) murió hace nueve años por complicaciones derivadas del sida. A regañadientes, Martin le cuenta la verdad a Philomena, pero ambos continúan sus esfuerzos hasta encontrar a gente que conoció a Michael. Gracias a unos viejos fotógrafos, Martin se da cuenta de que él estuvo con Michael una vez cuando trabajó para la BBC. Más tarde, acompañado por Philomena, Martin visita a la hermana de Michael, Mary (Mare Winningham), quien les dice que su madre adoptiva fue cariñosa, pero su padre y sus hermanos no mostraban afecto por él. Mary les da el nombre del novio de Michael, pero no dice lo que Philomena más quiere escuchar: si su hijo había intentado buscar a su madre biológica en algún momento. Después de evitar los llamados de Martin, el exnovio de Michael finalmente accede a conversar con Philomena. Él dice que Michael siempre quiso conocer a su madre verdadera y que en una ocasión visitó el convento en Irlanda para obtener datos, pero las monjas le dijeron que habían perdido contacto con ella. El hombre también dice que el último deseo de Michael era ser sepultado en el cementerio del convento con la esperanza que su madre algún día pudiese leer el mensaje de su lápida. La historia concluye donde comenzó: en el convento. Martin enfrenta a una monja que estuvo presente cuando le arrebataron el niño a Philomena. La monja no se muestra arrepentida y dice que la pérdida del hijo fue el castigo de Philomena por haber cometido el pecado de la fornicación. Philomena perdona a la monja y se dirige a la tumba de Michael, donde lee su epitafio.