OSCUROS SUEÑOS DE AGOSTO

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    Titulo original: Oscuros sueños de agosto
    Año: 1967
    País: España
    Duración: 105 min.
    Dirección: Miguel Picazo.
    Guión: Manuel López Yubero, Miguel Picazo y Víctor Erice.
    Música: Antonio Pérez Olea.

    Intérpretes

    Sonia Bruno, Viveca Lindfords, Francisco Rabal, Julián Mateos, José María Prada, Cándida Losada, Lali Soldevila, Enriqueta Carballeira y Gisia Paradis.

    Sinopsis

    Ana, acompañada de su novio, Carlos, va a visitar a su madre, que está en un sanatorio, curándose de una neurosis adquirida fuera de España, cuando por el camino recogen a un muchacho. Carlos se va a Alemania a estudiar, y Ana pasa las vacaciones junto a su madre. Allí encuentra a Mario, el chico que un día recogieron en la carretera. Durante una excursión Mario trata de seducir a Ana, pero ésta se niega. La llegada del amante de su madre agrava la situación, y Ana poco a poco se va sintiendo atraída por Mario. Un día éste trata de violarla, y ella se resiste. Luego, Ana sale a la calle y cuando vuelve, Mario se ha suicidado.

    Comentario

    Segunda película de Miguel Picazo (La tía Tula) que, en clave parabólica que resulta de un enorme hermetismo a causa de los problemas de censura, nos propone una radiografía moral de los neuróticos habitantes de un manicomio, para evidenciar la dificultad del amor de manera natural y libre en un entorno presidido por una represión tan feroz que, inoculada en los seres que lo habitan, adquiere caracteres lindantes con la sicosis. Ambicioso proyecto que, a pesar de las soberbias interpretaciones del reparto con nada menos que Viveca Lindfords a la cabeza, no logra trascender la emoción revulsiva deseada por el director. La película, con Víctor Erice como coguionista, posee secuencias estremecedoras, sugerentes, emocionantes e incluso rabiosas. Excelentemente realizada, con una puesta en escena sabia y una interpretación portentosa de absolutamente todos los intérpretes, incluso los más episódicos, merece la pena tenerla muy en cuenta por lo que significa de intento imposible. La fotografía de Juan Amorós (artífice de la belleza de las imágenes de casi todas las películas de la Escuela de Barcelona) es inquietante y sensible en su utilización aparentemente natural de la luz reflejada.