¡OH, CIELOS!

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    Titulo original: ¡Oh, cielos!
    Año: 1994
    País: España
    Duración: 79 min.
    Dirección: Ricardo Franco
    Guión: Joaquín Oristrell, Yolanda García Serrano, Juan Luis Iborra y Ricardo Franco
    Música: Pepín Moreno Temas musicales: “Viva el coyote”, interpretado por Pepín Tre y Ana Álvarez; “Una selenita delgadita”, interpretado por Pepín Tre y El Gran Wyoming; “Pajarito carpintero”, interpretado por El Gran Wyoming; y “Una copita no más”, interpretado por Pepín Tre.

    Intérpretes

    El Gran Wyoming, Ángela Molina, Jesús Bonilla, Ana Álvarez, Santiago Ramos, Rafaela Aparicio, Toni Cantó, Ana Labordeta, Paco Pino, Ricard Borrás, Clara Sanchís, Ramiro Alonso, Susana Martins, Cristina Camisón, Carlos Soto, José I. Moreno, José I. Yagüe, Fernando Sastre Martín, Nieves Romero, José Cantero, Carmelo Blanco y José Maria Sacristán.

    Sinopsis

    Pablo Ventura (Gran Wyoming) es uno de los mejores publicistas del mundo. Es atractivo y encantador; pero también amoral, adúltero, déspota, y sobre todo, capaz de vender a su madre por conseguir un buen slogan con el que lavar el cerebro de la gente. Un día, Pablo Ventura recibe un balazo mortal a manos de Aurelio Barrado (Santiago Ramos), publicista como él, y hoy convertido en un fracasado gracias a las malas artes de Pablo. La inesperada muerte de Pablo provoca en el Cielo la protesta más enérgica de Ángel (Jesús Bonilla), su ángel de la guarda, que tenía previsto seguir en su empleo de protegerle durante 32 años más. El Superior (Rafaela Aparicio) informa a Ángel que la muerte es sólo una excusa para detener el tiempo y encargarle una fundamental misión: El Jefe ha elegido a Pablo para salvar a la humanidad mediante una campaña publicitaria donde se promocionen los valores de la familia tradicional. Ángel no sale de su asombro. Si hay alguien que haya transgredido más veces los valores familiares es su protegido Pablo Ventura. Sin hijos, mal divorciado de Silvia (Ángela Molina), su mujer y compañero infiel de su novia Judith (Ana Álvarez), una modelo esquizofrénica con crisis de identidad. Inesperadamente, el muerto despierta ileso, y a su lado hay un señor que dice ser un ángel de la guarda. Después de algunas demostraciones que no dejan lugar a dudas, Ángel le comunica que ha sido elegido para salvar a la humanidad mediante una campaña publicitaria donde se promocionen los valores de la familia tradicional. Pablo no sale de su asombro, pero comienza a diseñar una campaña por encargo divino. Pronto se descubre que el verdadero cerebro de sus anteriores y exitosas campañas publicitarias era Silvia, su ex mujer, que ha jurado no volver a trabajar con él y que anda ocupada tratando de quedarse embarazada por medio de la inseminación artificial. Pablo le dice a su ángel de la guarda que, ya que tiene poderes, convenza a Silvia para que se incorpore al trabajo de la campaña pro-familia. Ángel, hasta ahora solo visible para Pablo, no tiene más remedio que tomar forma humana y entablar relación con Silvia. Paralelamente, Pablo utiliza todas las marrullerías posibles para recuperar a su ex mujer, tranquilizar a Judith y unir la campaña celestial a la promoción de un banco japonés para conseguir la exponsorización de los anuncios dedicados a la familia. Mientras, Aurelio Barrado, su frustrado asesino, sigue intentando deshacerse de él. Pero Ángel se mete tanto en la piel de un ser humano que descubre emociones y sensaciones inesperadas, entre ellas su amor por Silvia. Esto provoca un insólito triángulo amoroso entre Pablo, su ex mujer y su ángel de la guarda.

    Comentario

    Una historia disparatada, escrita por los guionistas habituales de Gómez Pereira, que sigue la moda de las comedias sobrenaturales. El director Ricardo Franco la rueda inmediatamente detrás de “Después de tantos años”, dando así un necesario giro a su trayectoria y siendo una de las escasas veces que el desaparecido director apostaba por la comedia. Lo mejor está en el trabajo de todos los actores.