MUÑECO DIABÓLICO 2 (1990)

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    Titulo original: Child's Play 2
    Año: 1990
    País: EE.UU.
    Duración: 84 min.
    Dirección: John Lafia.
    Guión: Don Mancini basado en los caracteres que él creó para su Muñeco diabolico.
    Música: Graeme Revell.

    Intérpretes

    Alex Vincent, Jenny Agutter, Gerrit Graham, Christine Elise, Brad Dourif, Grace Zabriskie, Peter Haskell, Beth Grant, Greg Germann, Raymond Singer, Charles Meshack, Stuart Mabray, Matt Roe, Herbie Braha, Edan Gross, Adam Ryen, Adam Wylie, Bill Stevenson, Don Pugsley, Vince Melocchi, Ed Gale y Brigitte Roth.

    Sinopsis

    Los fabricantes de muñecos han decidido reconstruir a Chucky. En torno al muñeco se ha desatado un pequeño escándalo y sus creadores no van a permitir que su prestigio se desmorone. Para demostrarle al mundo que este pequeño juguete es inofensivo, Chucky va a ser reconstruido. El pequeño Andy Barclay (Alex Vincent), el niño que logró detener a Chucky, tiene ahora dos años más. Su madre sigue recibiendo tratamiento psiquiátrico por lo sucedido por lo que ahora vive con otra familia. Ha sido adoptado por Phil (Gerrit Graham) y Joanne Simpson (Jenny Agutter) y tiene una hermana mayor, Kyle (Christine Elise) que se convierte en su gran amiga. Parece que Andy es feliz, pero Chucky, poseído de nuevo por el alma del psicópata le busca y no tarda en dar con él. Aparece en su nueva casa con el aspecto de inocente muñeco y aunque Andy avisa del peligro, nadie le cree, por lo que tendrá que enfrentarse él solo a uno de los asesinos más sanguinarios del mundo, un muñeco lleno de odio y furia y lo que es peor, sediento de venganza.

    Comentario

    Primera secuela del Muñeco diabólico de Tom Holland, en la que se repite punto por punto los planteamientos de aquella y que ha contribuido a que Chucky sea un icono imprescindible del género de terror actual. De nuevo el enfrentamiento entre otro niño y un muñeco de la serie Chucky con el espíritu de un psicópata asesino en su interior. Tras la cámara John Lafia, el director de Blue Iguana, que suple la falta de sorpresas del guión con multitud de guiños, referencias cinéfilas, y un ritmo endiablado.