MUERDE LA BALA (1975)

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    Titulo original: Bite the Bullet
    Año: 1975
    Fecha de estreno en España: 06-02-1976
    País: EE.UU.
    Duración: 131 min.
    Dirección: Richard Brooks.
    Guión: Richard Brooks.
    Música:

    Alex North.

    Temas musicales: «National Emblem»; «Yankee Doodle»; «The Caissons Go Rolling Along»; y «The Stars and Stripes Forever».

     


    Intérpretes

    Gene Hackman, Candice Bergen, James Coburn, Ben Johnson, Ian Bannen, Jan-Michael Vincent, Robert Donner, Jean Willes, Mario Arteaga, Dabney Coleman, John McLiam, Robert F. Hoy, Jerry Gatlin, Sally Kirkland, Walter Scott Jr., William H. Burton, Buddy Van Horn, Joe Brooks, Lucia Canales, Darwin Lamb y Paul Stewart.

    Premios

    Premios Oscar: Nominada al Oscar a la Mejor Música y al Mejor Sonido.


    Sinopsis

    A principios de siglo el automóvil empieza a invadir el Oeste, dejando aparentemente sin utilidad al caballo y sin razón de ser a los cowboys. El diario Denver Post organiza una carrera de resistencia en la que los participantes deberán recorrer más de mil kilómetros a través de las montañas, valles y ríos y recorriendo varios estados, lo que concentra un gran interés y muchas apuestas en toda la nación. Compitiendo concurren nueve personas muy diferentes que se enfrentarán a una de las más duras y apasionantes experiencias de su vida, entre las que destaca Sam Clayton (Gene Hackman) y una mujer llamada Miss Jones (Candice Bergen), luchan por un premio de dos mil dólares. Sin embargo, conforme avanza la carrera va surgiendo una amistad entre los participantes que hace que se vayan desinteresando del premio.

    Comentario

    Richard Brooks contribuyó con esta excelente película del oeste a un cierto resurgimiento del western crepuscular durante la primera mitad de la década de los setenta. Una competición de caballos reúne a un variopinto grupo de personajes que manifiestan dispares motivos para participar en la prueba. El carácter nostálgico que impregna la narración puede hacer recordar el cine más lírico de Sam Peckinpah, resultando especialmente emocionantes las secuencias finales con un efectivo uso de la cámara lenta.