Titulo original: Moonrise Kingdom
Año: 2012
País: EE.UU.
Duración: 94 min.
Dirección: Wes Anderson
Guión: Wes Anderson y Roman Coppola
Música:
Alexandre Desplat.
Temas musicales: "Khaki Scout Marches", interpretado por Peter Jarvis and His Drum Corps.
Intérpretes
Jared Gilman, Kara Hayward, Edward Norton, Bruce Willis, Bill Murray, Tilda Swinton, Jason Schwartzman, Frances McDormand, Harvey Keitel, Bob Balaban, L.J. Foley, Seamus Davey-Fitzpatrick, Jake Ryan, Charlie Kilgore, Neal Huff, Gabriel Rush, Lucas Hedges, Chandler Frantz, Tommy Nelson, James Wilcox, Tanner Flood, Wyatt Ralff, Jordan Puzzo, George J. Vezina, Andreas Sheikh, Rob H. Campbell, Joshie Meehan, Dylan Cataldo, Preston Hatch, Christopher Alan, Michael Malvesti, Rob H. Campbell, Coledyn Garrow, Alecia Batson, David Boston, Jodie Brunelle, Max Derderian, Benjamin Flynn, Shawn Fogarty, John Franchi, Adam J. Freeman, Julianne Freeman, Jack Hartman, Conor Healy, Krystal Kenville, Lindsay MacDonald, Richard Meehan, Tyler Metivier, Christopher S. Porter, Joshua Prevost, Donna Glee Reim, Gary Roscoe, Ada-Nicole Sanger, Salvatore Santone, Aingealica Venuto, Dorothea White y Luke Young.
Premios
Película de apertura del Festival Interbacional de Cine de Cannes
Nominada al Globo de Oro a la Mejor Película de Comedia o Musical.
Sinopsis
En una isla junto a la costa de Nueva Inglaterra, en pleno verano de 1965, dos niños de doce años se enamoran, Sam (Jared Gilman) y Suzy (Kara Hayward), y planean fugarse juntos. Sam es un chico ejemplar de uno de los campamentos de boys scouts de la isla, a los que dedica toda su energía, más que nada porque en su casa fue abusado por sus padres de acogida, lo que también le ocurre entre sus compañeros scouts, cuyo monitor es Ward (Edward Norton). Suzy es una joven fascinada por los libros, incomprendida en su hogar, en una solitaria casa en un extremo de la isla, donde vive con sus tres hermanos, su extraño padre Walt Bishop (Bill Murray) y su madre Laura (Frances MacDormand) que mantiene una secreta y platónica relación con el sheriff local, el capitán Sharp (Bruce Willis). La situación de ambos jóvenes es poco ejemplar y deciden huir juntos a los espacios abiertos más inexplorados de la isla, poco después de conocerse en la iglesia local tras sellar un pacto secreto. Ambos, pertrechados con todo tipo de materiales de supervivencia llegan a una cueva que bautizan como Moonrise Kingdom, un lugar secreto y mágico que en el mapa se llama simplemente Milla 3.25 Entrada de Olas. Mientras toda la ciudad se moviliza para encontrarlos, una violenta tormenta se aproxima a la costa y transformará todavía más la vida de la comunidad.
Comentario
“Excéntrico”: “dícese del que se sale del centro, del que ensaya otros caminos, lejos del común denominador…” y ese el calificativo que mejor le cuadra a Wes Anderson; y le cuadra porque él ha sabido, título tras título, ganarse a pulso esa fama de viajero por otros derroteros; pero, eso sí, sin alejarse nunca del ingenio y hasta del genio. Otra vez arriesgando, pero salvando todos los escollos, que aquí no son pocos, Anderson completa una esponjosa metáfora del primer (y segundo) amor, dándole al mismo tiempo un repaso a los convencionalismos abstrusos. Una delicia, la imagen del chico inocente y torpón; un hallazgo, la jovencita lista que se pliega al flechado. Y un triunfo, el gran reparto de actores (Bruce Willis, Edward Norton, Harvey Keitel, Bill Murray, Frances McDormand, Tilda Swinton…) seguros de participar en una apuesta fascinante… y temeraria a un tiempo. Impecable, la puesta en escena, el color y formato. Y mejor aún que ese derroche de estilismo es la manera de desplegar la romántica fuga de los mini-enamorados: en su apenas hora y media de duración hay ritmo, tensión, diversión…y unos diálogos soberbios que obligan a la sonrisa y también a la reflexión. Todo en “Moonrise kingdom” es tan artificioso y tan gozosamente astuto, que el resultado acaba siendo un recital de lo espontáneo, una carambola difícil de lograr si uno no se anda con tiento. Pero Anderson, un amigo sagaz de equilibrios varios, vuelve a intentar una pirueta imposible y cae de pie y con los pies juntos. Una gozada para el espectador travieso.