MEIN FÜHRER

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    Titulo original: Mein Führer - Die wirklich wahrste Wahrheit über Adolf Hitler
    Año: 2007
    País: Alemania
    Duración: 97 min.
    Dirección: Dani Levy
    Guión: Dani Levy
    Música: Niki Reiser

    Intérpretes

    Helge Schneider, Ulrich Mühe, Sylvester Groth, Adriana Altaras, Stefan Kurt, Ulrich Noethen, Lambert Hamel, Udo Kroschwald, Torsten Michaelis, Axel Werner, Victor Schefé, Lars Rudolph, Wolfgang Becker, Bernd Stegemann, Shawn Karlborg, Paula Knüpling, Daniel Morocha, Leonard Altaras, Regine Hentschel, Bruno F. Apitz, Hinnerk Schönemann, Ueli Jäggi, Natascha Bub, Andrea Bongers, Matthias Matschke, Ilja Richter, Katja Riemann, Meret Becker, Marion Kracht, Tim Fischer, Karsten Bähn, Volker Behrens, René Böhnke, Sebastian Fuhrmann, Angelika Gersdorf, Harald Günther, Thomas Hirschfeld, Britta Horn, Rüdiger Kühmstedt, Karin Meschkat, Daniel Noack, Mathias Schimpf, Jana C. Schmidt, Christian Schneider y Michael Schweitzer.

    Premios

    Seleccionada para el Festival Internacional del Festival de Cine de Moscú

    Sinopsis

    Es 25 de diciembre de 1944. Berlín está en ruinas. La guerra total parece estar totalmente perdida. El Ministro de Propaganda, el Doctor Joseph Goebbels (Sylvester Groth) sabe que el país necesita ánimos y tiene una idea. El Führer Adolf Hitler (Helge Schneider) realizará el discurso de Año Nuevo apasionadamente agresivo delante de un mural de fondo que muestra a Berlín intacta. Esto será difundido en el Show Semanal por todo el país y conseguirá movilizar otra vez a las masas para la guerra. El punto débil: Adolf Hitler es, actualmente, una sombra de su antigua «grandeza». Desmoralizado y depresivo, se oculta en su oficina y evita cualquier contacto con el pueblo. La única persona que todavía puede ayudarle es el actor judío Adolf Grünbaum (Ulrich Mühe), que había dado a Hitler clases de interpretación al principio de su carrera política. Un asombrado Grünbaum es sacado del campo de concentración de Sachsenhausen y llevado a la cancillería del Reich. Antes de que Goebbels lo reciba y le explique su plan, Grünbaum es enviado a tomar una ducha y a comer un sandwich de queso y jamón. Grünbaum acepta el trabajo, pero con la condición que su esposa Elsa (Adriana Altaras) y sus hijos Adán, Judith, Jakob y Benny sean también sacadas del campo de concentración y se les permita vivir con él bajo el mismo tejado. Goebbels acepta. Al principio de su «colaboración», Grünbaum se presenta con un chándal para Hitler y le recomienda que haga ejercicios de relajación. Durante el día Grünbaum trabaja con el Führer, mientras por la tarde su familia le fuerza a justificar su trabajo, ya que les cuesta aceptar que no use esta oportunidad para matar al Führer. Pero Grünbaum, con su sentido judío del humor, ve la empresa como un juego: «No le ayudo, solamente le hago de tutor». Hay ya un incidente durante el primer día, cuando el Führer provoca repetidamente a su profesor: «¿Por qué no se defiende usted? ¿Por qué no se defiende el judío?» Grünbaum pierde el control y aporrea a Hitler, que se derrumba inconsciente sobre el suelo. Sobresaltado, Grünbaum cree que su destino está sellado. Pero cuando Hitler recobra el conocimiento, el acto violento de Grünbaum no tiene consecuencias. Lo que ninguno de ellos sabe es que sus acciones están siendo observadas por Goebbels, Speer (Stefan Kurt), Himmler (Ulrich Noethen) y Bormann (Udo Kroschwald) por un espejo de dirección única en la pared. Uno está particularmente preocupado sobre lo que el judío le hace al Führer: Albert Speer. Apenas puede mirar lo que está sucediendo. Mientras tanto, Grünbaum comienza a aplicar psicoterapia, en el curso de la cual Hitler es conducido a su difícil niñez. Una oportunidad favorable surge cuando el Führer cierra sus ojos: Grünbaum agarra silenciosamente un pisapapeles de hierro y retira su brazo hacia atrás para golpear de muerte a Hitler. En aquel momento sin embargo, las memorias traumáticas hacen llorar a Hitler y por primera vez Grünbaum ve detrás del monstruo inhumano al humano lamentable, lo que le hace bajar el arma asesina. Durante el curso de su trabajo juntos, este efecto vaivén en el equilibrio de poder entre el «gran» Führer y el «insignificante» actor judío se repite una y otra vez, con la subsecuente montaña rusa emocional que deja sus marcas en la cara de Grünbaum. Grünbaum siente su creciente importancia y exige un precio mayor – la liberación de todos los prisioneros de Sachsenhausen. Goebbels está está fuera de si por este intento de extorsión y envía a Grünbaum y a su familia de nuevo al campo. Pero cuando Hitler rechaza un cambio de profesores y exige «a su» judío de vuelta, Goebbels se ve forzado a ceder. Devuelve a Grünbaum a la cancillería del Reich y pretende ceder a sus condiciones. Mientras tanto, Goebbels y Himmler planifican un intento de asesinato contra el débil Führer: una bomba será colocada bajo la tarima del escenario y Grünbaum será denunciado como el asesino. Ahora las «sesiones» comienzan a intensificarse. Grünbaum indica a Hitler que se ponga a cuatro patas y ladre como un perro. Ninguna humillación es demasiado grande para Hitler, que cada vez expresa más abiertamente sus sentimientos íntimos y habla más sobre las humillaciones sufridas a manos de su padre. Fuera, sus seguidores parecen cada vez más preocupados sobre el curso de los acontecimientos, pero Goebbels les asegura que el Führer no está haciendo el ridículo si no todo lo contrario, está siendo educado con las reglas más modernas del arte del actor. Hitler está encantado. Albert Speer, que ha estado escuchando disimuladamente sobre Goebbels, pero sólo ha entendido una parte de la conversación, advierte a Hitler sobre el complot de presunto asesinato de Grünbaum cuando el Führer buscaba relajación durante un baño de espuma. Hitler al principio se muestra reacio a creerle, pero esa misma noche se enfrenta a Grünbaum. Aún y así, se permite ser rápidamente convencido de la absurdidad de la acusación. Su humor cambia rápidamente y pronto se encuentra gimiendo sus penas al pie de la cama de Grünbaum. Como un niño que ha tenido una pesadilla, Hitler se desplaza bajo las sábanas de Grünbaums, donde Elsa Grünbaum primero le canta una nana judía y luego más tarde, cuando se duerme, presiona una almohada firmemente contra su cara. Justo a tiempo, su marido la frena de asfixiarlo diciéndole que haría exactamente lo que él hace… matar a un ser humano indefenso. La mañana siguiente supone el día trascendental del discurso de Hitler. Durante los últimos preparativos de la transmisión, la mitad del bigote de Hitler es afeitado por casualidad, lo cual le pone tan nervioso que pierde su voz por completo. Ahora Grünbaum, oculto bajo la tarima con un micrófono, realizará el efusivo discurso a las masas mientras el Führer sincroniza sus labios, hace gestos desesperados e imita con furia los movimientos desde la tarima. Pasado algún tiempo, sin embargo, Grünbaum comienza a desviarse del texto del discurso escrito y practicado, y presenta una interpretación completamente diferente de la situación de Alemania que, viniendo de los labios de Hitler, deja a las masas visiblemente asombradas…

    Comentario

    Una provocativa comedia del director suizo Dani Levy en torno a la figura de Adolh Hitler en el ocaso del III Reich, cuando el ejército soviético está a punto de entrar en Berlín. La película no sigue meticulosamente la realidad histórica, ya que Dani Levy hizo fue poner su fantasía a partir de unas buenas raíces en la realidad, combinando la verdad con la falsedad y crear así una fantasía que estaba basada en un hecho histórico. El filme fue el ultimo trabajo del alemán Ulrich Mühe (“La vida de los otros”) que da vida a un judío, profesor de interpretación de un Hitler de operata, interpretado por el cómico, músico, escritor y dibujante Helgue Schneider.