Intérpretes
Sinopsis
Marmaduke, el gran danés más adorable del mundo, un descomunal perro que nunca encaja, encuentra por fin un lugar donde no importa que uno destaque. Viviendo ahora a lo grande en el Condado de Orange (California), Marmaduke ayuda a su familia a realizar la gran transición desde el Medio Oeste al Condado de Orange. Pero también descubre que encajar con nuevos amigos cuadrúpedos no siempre resulta fácil para un adolescente canino que pesa cien kilos. Por suerte para Marmaduke, no tiene que enfrentarse solo a la nueva situación porque siempre tiene a su “hermanastro” y amigo del alma, Carlos, un gato azul ruso, cubriéndole la espalda. La nueva vida de Marmaduke en el Condado de Orange comienza de forma bastante prometedora. Recorriendo la Autopista de la Costa del Pacífico a bordo del coche de su dueño, Phil, Marmaduke, que luce unas gafas de sol, asoma la cabeza a través del techo corredizo del automóvil, disfrutando del sol del Sur de California. Pero no tarda en percibir un anticipo de los retos que le aguardan durante su primer día en el parque canino. Ésta es la zona cero donde los perros se conocen, alternan, se ponen al corriente de las últimas noticias y despachan apremiantes cuestiones de “negocios”. El parque no es nada menos que una escuela secundaria… para perros. Al igual que los centros de segunda enseñanza para bípedos implumes, el parque canino está plagado de camarillas: los “Jocks” -perros cuyo principal interés consiste en atrapar Frisbees y salir con Cocker Spaniels de dudoso coeficiente intelectual; los “Obsesos del Drama”, que se mueren por actuar y montar un número; los “Delincuentes Juveniles” -una panda de aspecto hosco a quienes gusta pasar el tiempo junto a la verja del parque; los “Chuchos” -mestizos procedentes de barrios de baja estofa-; y los “Pedigríes” -ricos y malcriados que están convencidos de que hasta sus heces huelen bien. Los intentos de Marmaduke por incorporarse a la exclusiva camarilla de los Pedigríes no les hacen muy felices a los Chuchos, en especial a Mazie, una chicazo mestiza de Queensland Heller, que ve en Marmaduke algo más que un chico nuevo de tamaño familiar. Mazie y los Chuchos -entre los que también se cuentan Raisin, un mestizo supercerebral de perro salchicha y Giuseppe, un mestizo de perro pequinés al que le sobra excitación- son los primeros en hacer amistad con Marmaduke la primera vez que aparece en el parque canino. Ajeno a cualquier camarilla colegial o social -y temido por todos- está un mastín de aspecto asilvestrado llamado Chupadogra. Personaje de mito y de leyenda, se asegura que Chupadogra duerme sobre un montón de huesos, y es una figura descomunal y enigmática a la que nadie se atreve a contrariar. Pero es que ni siquiera Chupadogra se ha tropezado jamás con nada parecido a Marmaduke…