MADRES E HIJAS

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    Titulo original: Mother and Child
    Año: 2009
    País: EE.UU.
    Duración: 125 min.
    Dirección: Rodrigo García
    Guión: Rodrigo García
    Música: Ed Shearmur.

    Intérpretes

    Naomi Watts, Annette Bening, Samuel L. Jackson, Kerry Washington, Alexandria Salling, Connor Kramme, Eileen Ryan, Cherry Jones, David Ramsey, Kay D`Arcy, Bradford Alex, Jimmy Smits, Elpidia Carrillo, Simone Lopez, Carla Gallo, Marc Blucas, S. Epatha Merkerson, Michael Warren, LaTanya Richardson, Shareeka Epps, David Morse, Amy Brenneman, Tatyana Ali, Sean Scarborough, Ahmed Best, Brenda Ball, Veronica Welch, Dawn Deibert, Gloria Garayua, Elizabeth Peña, Lawrence Pressman, Brittany Robertson, Lisa Gay Hamilton, Gabrielle Abitol, Karen Graci, Eugene Collier, Evette Cord, Juliette Amara, Susan Bay y Janea Granville.

    Premios

    Película de clausura del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

    Sinopsis

    La historia de tres mujeres y sus principales relaciones amorosas: con sus hombres, con sus hijas y con sus propias madres. Ante la insistencia de su madre, Karen (Annette Bening) abandonó a la niña que tuvo con 14 años. Ahora, 36 años después, mientras sigue lamentando la pérdida de su hija, encuentra a Paco (Jimmy Smits), dispuesto a darle una familia y aportar un poco de alegría a su vida. Elizabeth (Naomi Watts) es aquella niña, que acaba de empezar a trabajar en una firma de abogados a las órdenes de Paul (Samuel L. Jackson) mientras lucha con sus propios problemas de familia, sexualidad y poder. Ella también tiene la capacidad de amar, pero será necesario que se quede embarazada para que aprenda a adorar a otra persona. En sus vidas se cruzará Lucy (Kerry Washington), una joven que quiere ser madre a toda costa y cree estar preparada para ello, pero pronto descubrirá que ser madre implica mucho más que dar a luz a un bebé. Su propia madre será fundamental mientras Lucy aprende a cuidar a la hija que siempre ha querido tener.

    Comentario

    Narrador de incontables historias en torno a las mujeres, Rodrigo García demuestra una vez más que se sabe muy bien la música de ese planeta. Pero no controla del todo la letra. Bucea, eso sí, con esmero; rebusca y extrae detalles mínimos, brillantes y significativos; no se detiene en la mera fachada femenina, intenta llegar a lo más íntimo de cada una, al interior, al alma… pero después de trazar con buen tino y mejor tono un microcosmos concreto, -el de la desdichada Karen en este caso- y después de poblarlo de personajes variados de primera y segunda fila, poco a poco comprobamos que dan tumbos, se nos van cayendo y finalmente fallan: difícil de creer, por ejemplo, un cambio tan radical en la agria protagonista; sospechoso también el giro que experimenta la hija, de dominadora y profesional a la más pura fragilidad; y no menos sorprendente resulta la transformación de la madre adoptante, por no hablar de la adoptiva... a todas ellas les falta cuerpo y verdad. Y les sobra coherencia narrativa. García, que en principio nos está hablando de la vida, tal cual, se empeña en buscar coherencia donde no la hay, en cerrar el círculo de manera casi perfecta, romanticona y, por tanto, forzada. Y no le hacía ninguna falta; no necesitaba la historia moralina porque la perjudica, la estropea. Pero hay momentos logrados, desde luego; chispazos en los que la emoción y la intensidad de lo que se cuenta atrapa al espectador. Y de eso se encargan muy especialmente un puñado de estupendas actrices que elevan el relato y desempeñan una tarea sencillamente definitiva en este dramón, con fallida vocación de drama.