LOS TRAMPOSOS (1959)

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    Titulo original: Los tramposos
    Año: 1959
    Fecha de estreno en España: 02-11-1959
    País: España
    Duración: 82 min.
    Dirección: Pedro Lazaga
    Guión: José Luis Dibildos
    Música:

    Antón García Abril.


    Intérpretes

    Tony Leblanc, Concha Velasco, Antonio Ozores, Laura Valenzuela, Juan Calvo, Antonio Riquelme, José Luis López Vázquez, Manolo Gómez Bur, Jesús Puente, José María Tasso, Elvira Quintillá, Venancio Muro, José Orjas, Francisco Bernal, Félix Briones, Erasmo Pascual, Emilio Santiago, Juan Cazalilla, Carlos Díaz de Mendoza, Emilio Rodríguez, José María Rodero, Enrique Ávila, Vicente Vega, Fernando Sánchez Polack, Antonio Martínez, José Villasante, Pedro Fenollar, Aníbal Vela, Antonio Jiménez, Alberto Bové, Antonio Delgado, Antonio Padilla, Fernando Navarro, Maribel Campos, Francisco Masana, Francisco Perea, Carlos Villafranca, Carlos Sánchez, Guillermo Hidalgo, Dany Perpessac, Rafael Vaquero, Justo Sanz, Mary Remy, Juan Li, Patricia Bocardo, Enrique Macedo, Else Alers, Sebastián Rosa, María José Jaraba, Amanda Perpessac, Juan Luis Quintana y Fernando Sala.

    Sinopsis

    Paco (Antonio Ozores) y Virgilio (Tony Leblanc) son dos golfos madrileños que viven del timo en todas sus variantes: desde el timo de la «estampita» al «tocomocho». En cambio, Julita (Concha Velasco), la hermana de Paco, y Katy (Laura Valenzuela), su mejor amiga, viven honradamente trabajando como mecanógrafas en una agencia de viajes. Como la policía les sigue la pista, son cada vez más frecuentes sus visitas a la comisaría y sus estancias en la prisión de Carabanchel.

    Comentario

    Típica muestra de la comedia picaresca que tanto proliferó en el cine español de la década de los cincuenta. Dos amigos que se ganan la vida a base de timar a los incautos que se cruzan por su camino terminan siendo reconducidos al buen camino por la novia de uno y la hermana del otro. Lo mejor de esta película es la presencia de buenos intérpretes del género como Tony Leblanc y Concha Velasco y lo peor las generosas dosis de moralina a que era tan dado Pedro Lazaga.