Intérpretes
Premios
Seleccionada para el Festival de Sundance.
Nominada al Premio David di Donatello de la Academia de Cine Italiani a la Mejor Película de la Unión Europea.
Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos a la Mejor Película, al Mejor Actor (Javier Bardem), Mejor Director, Mejor Guión Original, Mejor Actor Secundario (Luis Tosar) y Mejor Actriz Secundaria (Nieve de Medina). Nominada a los Premios del Círculo de Escritores Cinematográficos a la Mejor Fotografóa, al Mejor Montaje, a la Mejor Música Original y al Mejor actor Secundario (José Ángel Egido).
Nominada a los Premios Europeos del Cine al Mejor Actor (Javier Bardem) y a los Premios Europeos del Cine al Mejor Actor (Javier Bardem), a la Mejor Actriz (Nieve de Medina) y al Mejor Director.
Premio de la Unión de Actores al Mejor Actor de Cine Protagonista (Javier Bardem), a los Mejores Actores de Cine Secundarios (Joaquín Climent y Luis Tosar), a la Mejor Actriz de Cine Secundaria (Nieve de Medina) y a la Mejor Actriz Revelación (Nieve de Medina), Nominado al Premio de la Unión de Actores al Mejor Actor de Cine Secundario (José Ángel Egido) y al Mejor Actor Revelación (José Ángel Egido)
Sinopsis
El clima frío, invernal, azula el paisaje, impone bufandas y gorros. Una ciudad al norte, costera, que hace ya tiempo dio la espalda al campo y se rodeó de industrias que la hicieron crecer desproporcionada, a empujones, que la alimentaron de inmigración y trabajadores y dibujaron para ella un horizonte de chimeneas, de aristas y esperanzas, de futuros desarraigos. Una ciudad en la que nadie mira hacia el mar, porque el mar es aquí rutina semanal, trabajo diario. Un grupo de hombres que viven en ella, que cada día recorren sus calles en cuesta, que hacen de sus bares trinchera, de sus barras soporte de esperanzas y silencios, que miran los relojes con recelo y caminan despacio porque no tienen a dónde ir. Funambulistas de fin de mes, y de principio también. Funambulistas sin red y sin público, sin aplausos al final, que caminan cada día por la cuerda floja del trabajo precario, que sujetan su existencia con andamios de esperanza y hacen de sus pocas alegrías trinchera, como si ese naufragio del que tratan de ponerse a salvo a diario no fuera el suyo, mientras hablan de sus cosas y se ríen, de todo y de nada en concreto, esperanzados, tranquilos, la mañana de un lunes al sol. Muchos hombres y mujeres dejaron atrás el campo o el mar para ir a trabajar a las fábricas, a las refinerías, al astillero. Pero después llegó la reconversión industrial. En el bar de Rico se reúnen un grupo de amigos, conversan en las horas muertas, se juegan sus esperanzas en la máquina. En el bar se mezclan los recuerdos y los proyectos, se comparten las frustraciones y las esperanzas. Como un fantasma, el cierre del astillero planea sobre ellos. En su calendario todos los días son festivos, pero en todos hay motivo para la desesperación. Santa (Javier Bardem), José (Luis Tosar) y Lino (José Ángel Egido) son tres ex trabajadores de estos astilleros. Los tres están en una edad difícil, alrededor de los cuarenta, para salir adelante en el panorama laboral y personal. Lino intenta parecer más joven, José lucha ante su mujer Ana (Nieve de Medina) y Santa vive aferrado a sus ideales.