LOS DIOSES DEBEN ESTAR LOCOS

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    Titulo original: The Gods Must Be Crazy
    Año: 1980
    País: Botswana - República de Sudáfrica
    Duración: 109 min.
    Dirección: Jamie Uys.
    Guión: Jaime Uys.
    Música: John Boshoff.

    Intérpretes

    Marius Weyers, Sandra Prinsloo, N!xau, Louw Verwey, Michael Thys, Nic De Jager, Fanyana H. Sidumo, Joe Seakatsie, Brian O'Shaughnessy, Vera Blacker, Ken Gampu, Paddy O'Byrne y Jamie Uys.

    Sinopsis

    En el aislado desierto africano del Kalahari transcurre la vida en silencio y en paz. Los únicos habitantes que moran el lugar son unos seres humanos de baja estatura, los bushman, pertenecientes a la raza de los bosquimanos. Su vida, con sus tareas tradicionales y juegos infantiles, transcurre en plena felicidad y armonía lejos de la civilización. Un buen día, del cielo cae un extraño objeto (una botella vacía de Coca-Cola que ha lanzado un piloto desde una avioneta) que encuentra Xixo (N!xau), un hombre de la tribu. Xixo lo lleva entusiasmado a la aldea. Todos creen que es un regalo enviado por los dioses, por lo que comienzan a adorarla, a usarla para casi todo y a luchar por quedarse con ese gran tesoro desconocido, lo que perturba y altera considerablemente la coexistencia de la tribu, debido a envidias y luchas por poseerla. Para solventar el problema y evitar más conflictos, Xixo deberá devolver el díscolo elemento a los dioses que lo enviaron, para lo cual tendrá que ir hasta el extremo del mundo conocido, el océano, y arrojarlo allí. Durante su viaje Xixo se encuentra con personas y situaciones desconocidas para él, que sólo se pueden dan en un mundo civilizado.

    Comentario

    Jamie Uys (Los animales son esa gente maravillosa...) dirige, escribe, produce e intervine como actor en Los dioses deben estar locos, una original y diferente comedia en la que realiza un estudio crítico y satírico de la evolución (o involución) de la frenética, teccnológica e industrializada condición del ser humano civilizado en comparación con la salvaje, tranquila y natural convivencia de un poblado bosquimano. El choque de culturas a través de una botella de Coca Cola: El lanzamiento de una botella de Coca-Cola desde un avión es tomado por una tribu de bosquimanos como un símbolo de infortunio. Uno de los miembros de la tribu iniciará un azaroso viaje en su pretensión de devolver a los dioses tan fatídico objeto. Los dioses deben estar locos, que tuvo su secuela nueve años más tarde a cargo del mismo equipo, obtuvo el Premio a la película más popular en el Festival de Montreal y fue nominada, en los César, a la mejor película extranjera.