Titulo original: Los chicos del puerto
Año: 2013
País: España
Duración: 78 min.
Dirección: Alberto Morais
Guión: Alberto Morais junto e Ignacio Gutiérrez-Solana
Música:
Xema Fuertes
Intérpretes
Omar Krim, Blanca Bautista, Mikel Sarasa, José Luis de Madariaga, Ricardo Herrero, Pepa Juan, Sergio Caballero, Ibrahim Bardisi, Miguel Lago Casal, Esteban Crespo Salais, Raquel Escribano, José Manuel Gil, Abdelatif Hwidar, Pepa Juan, Enric Juezas, Paco Marín, María José Peris, Samuel Señas, Jordi Tamarit y Panchi Vivó.
Premios
Seleccionada para el Festival Internacional de Cine de Moscú
Seleccionada para el Festival de Cine Europeo de Sevilla
Sinopsis
El joven Miguel (Omar Krim) decide realizar el viaje que su abuelo (José Luis de Madariaga) no puede hacer, ya que está encerrado por su propia familia. La misión es muy sencilla, llevar a un viejo amigo una chaqueta militar el día de su funeral en el cementerio. Miguel, acompañado por sus amigos Lola (Blanca Bautista) y Guillermo (Mikel Sarasa), sale del barrio multiétnico valenciano de Nazaret y deambula por la periferia de la ciudad buscando el cementerio como excusa para desaparecer, al menos, por un día. El viaje se convierte poco a poco en un azaroso trayecto lleno de incertidumbres, y mucho más largo de lo que su mente infantil podía prever. Van andando por no tener dinero para el autobús, y cuando llegan al lugar que creían su destino, descubrirá que ese no es el cementerio, sino otro que está en la otra punta de la ciudad. Miguel, Lola y Guillermo tendrán que enfrentarse continuamente a una sensación de abandono y soledad, que consiguen superar gracias a su propia determinación, confiando los unos en los otros. Sin dinero, y sin demasiada ayuda de los adultos que se van encontrando por el camino, estos tres chavales intentan cerrar una promesa que, por obstinación, hacen suya.
Comentario
Tercer largometraje de Alberto Morais (“Un lugar en el cine”, “Las olas”), una road movie de corto recorrido por las afueras de Valencia, un drama de jóvenes marginados enfrentados a la soledad y el abandono. Un viaje, tanto interior como exterior, llevado a cabo por Miguel, un muchacho de 13 años junto a dos de sus amigos, Lola y Guillermo, para cumplir con el deseo del abuelo del chico y, de alguna manera, devolverle la dignidad cumpliéndolo. Un viaje que no produce una redención ni un aprendizaje, puesto que sólo se trata de un pequeño tránsito hacia una liberación, que los protagonistas comparten unidos, frente a la hostilidad que les atraviesa e invade en su vida cotidiana. El trato que les dispensan las personas de su entorno más cercano se mueve entre la distancia, la indiferencia, y sólo en pocas ocasiones entre la comprensión.