LAS MANOS VACÍAS (2003)

Titulo original: Les mains vides
Año: 2003
País: España - Francia
Duración: 125 min.
Dirección: Marc Recha.
Guión: Marc Recha, Mireia Vidal y Nadine Lamari.
Música: Dominique A. Y Mike Young.
Dominique Marcas, Eduardo Noriega, Mireille Perrier, Pierre Berriau, Jérémie Lippmann, Olivier Gourmet, Eulalia Ramón, Luis Hostalot, Mireia Ros y Sébastien Viala.

La historia podría contarse desde el punto de vista de Perroquet, un irritante pájaro doméstico que ha visto a su dueña, la vieja Madame Catherine (Dominique Marcas), palmarla por culpa de demasiados excesos, y ser enterrada a hurtadillas por Eric (Olivier Gourmet), el mecánico. También podría contarse deteniéndonos en los trenes que cruzan este pequeño pueblecito costero francés, no lejos de la frontera entre Francia y Gerona, lleno de vagones recorridos por revisores soñadores y perdidos como Sophie (Mireille Perrier), que despachan a diario su lote de pasajeros, entre los cuales se encuentra el guapo Gérard (Eduardo Noriega), que no hace más que pasar por los lugares como el viento que sopla aquí y allá, ¿a dónde irá Gérard? Pero también podría seguirse a través de las botellas de vino que sirve Yann (Pierre Berriau), el tabernero, y que comparte gustosamente con sus amigos Eric y Jean-Claude (Luis Hostalot) el gendarme. O podríamos escoger el trayecto sinuoso de una caja de galletas que contiene las economías de Madame Catherine (trayecto al menos no tan complicado como el de su cadáver en un pueblo repleto de obras…), dinero que escapará de Eric para terminar inesperadamente en los bolsillos de los pantalones de su sobrino Áxel (Jérémie Lippmann), en el fondo de una inoportuna lavadora. E incluso podría ser contada a través de las lavadoras, ya que Eric le ofrece una a María (Eulàlia Ramón), quién ahora está con Jean-Claude, aunque no deje de tontear con el mecánico. Y no es necesario hablar de los cuadros horribles de Philippe (Sébastien Viala), el ayudante del jefe de la estación, enamorado y celoso de la pequeña Lola (Jeanne Favre), la hija de Anna (Mireia Ros) y Yann, quién a su vez no le quita ojo al taciturno de Axel. Pero mejor terminemos con la presencia de la naturaleza y el paisaje, observando a estos pobres humanos agitarse en las prisiones que ellos mismos se han construido. Y es que es efectivamente ella quién puede tener la versión más ajustada, es decir la más feliz, para contarnos una hist

Película del catalán Marc Recha cuya filmografía previa está formada por “El cielo sube” (1991), “El árbol de las cerezas” (1998), “Pau y su hermano” (2001) y “Días de agosto” (2006). Recha es un cineasta atípico en el panorama del cine español, al margen de los dictados de la industria y del público. Para el guión de “Las manos vacías”, en donde con toques de comedia se combinan elementos del cine de Hitchcock y Renoir, Recha ha contado con la colaboración de Mireia Vidal y Nadine Lamari. En su estructura narrativa tienen especial relevancia las canciones del músico Dominique A. Con apenas diálogos y apoyado en una narrativa visual que explota los primeros planos y que recurre a una cámara nerviosa en busca de los personajes, Recha va dando pinceladas que dibujan unos caracteres llenos de matices y perplejidades. Por ello, no son necesarias las palabras para describir a unos seres que no sólo tienen las manos vacías al final de sus vidas, sino que también tienen el alma triste. Eduardo Noriega es uno de los intérpretes destacados de un amplio reparto coral, en el que también figuran el belga Olivier Gourmet (“El hijo”, “Nacional 7”, “Rosetta”), Dominique Marcas (“La puta del rey”), Jérémie Lippmann, Eulalia Ramón, Mireia Ros y Luis Hostalot.