LA VERGÜENZA

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    Titulo original: La vergüenza
    Año: 2009
    País: España
    Duración: 107 min.
    Dirección: David Planell
    Guión: David Planell
    Música: Christopher Slaski

    Intérpretes

    Natalia Mateo, Alberto San Juan, Marta Aledo, Norma Martínez, Esther Ortega y Brandon Alexander Lastra Cobos

    Premios

    Biznaga de Oro a la Mejor Película y Biznaga de Plata al Mejor Guión en el Festival de Cine de Málaga

    Sinopsis

    La acción transcurre en una mañana. La mañana en que Pepe (Alberto San Juan) y Lucía (Natalia Mateo), una pareja de treintañeros modernos y acomodados, han decidido comunicar a Jimena, la trabajadora social, que la vida con Manu (Brandon Alexander Lastra Cobos) es muy difícil; que no se hacen con su hijo peruano adoptado de ocho años; que los seis meses que llevan con él se han acabado convirtiendo en un infierno; Y que quieren devolverlo. Pero una decisión de este calibre no se toma así como así. Una decisión así pasa factura. Sin embargo quién llega al hogar de la pareja, mientras que Manu ha salido con Ester (Esther Ortega) su cuidadora peruana, no es Jimena sino Irene (Marta Aledo) una nueva trabajadora social que sustituye durante su baja a Jimena y que debe comenzar de nuevo por interrogar a la pareja. Mientras, Ester no ha llevado a Manu al dentista sino que tiene otros planes para él.

    Comentario

    Ópera Prima de David Planell, coguionista de “Héctor” y “Nueve mesas de billar francés”, que parte de una premisa tan marcada como la devolución de un niño adoptado para acabar en realidad aventurando el relato cáustico, tierno y divertido, de las dudas, paradojas, errores y heridas de una pareja avergonzada. Aunque utiliza la relación entre unos padres y un hijo como trampolín para impulsar el detonante de la historia, la película quiere aportar en realidad un vistazo cáustico, tierno y realista sobre la aventura más íntima, sorda, incierta, apasionante de las que libra el hombre occidental: la vida en pareja. La película desmenuza el pánico de unos padres culpables antes de dar el paso definitivo que quizá les proteja de una situación delicada, pero que seguramente también les despoje de unos restos de humanidad sin los que quizá dejen de ser lo que han sido hasta ahora. En tono duro, áspero y exigente, el filme transita por momentos de humor teñido de negro derivados de una premisa muy connotada pero sin duda deberá también pasar por la ternura, la risa liberadora y la generosidad de unos personajes que miden sus fuerzas en el límite de lo tolerable, para acabar renaciendo entre sus propias cenizas cuando ya daban por perdida la batalla.