LA ÚLTIMA LOCURA DE MEL BROOKS

    93
    Titulo original: Silent Movie
    Año: 1976
    País: EE.UU.
    Duración: 87 min.
    Dirección: Mel Brooks.
    Guión: Mel Brooks, Ron Clark, Rudy DeLuca y Barry Levinson.
    Música: John Morris.

    Intérpretes

    Mel Brooks, Marty Feldman, Dom DeLuise, Bernardette Peters, Sid Caesar, Harold Gould, Ron Carey, Carol DeLouise, Liam Dunn, Fritz Feld, Chuck McCann, Valerie Curtin, Yvonne Wilder, Harry Ritz, Charlie Callas, Henny Youngman, Arnold Soboloff, Patrick Campbell, Burt Reynolds, James Caan, Liza Minelli, Anne Bancroft, Marcel Marceau y Paul Newman.

    Sinopsis

    Después de haber conocido la gloria y los honores, Mel Funn (Mel Brooks) ha visto como el abuso del alcohol destruía su carrera como director de cine. Tras pasar por una cura de desintoxicación, se propone regenerarse y regresar triunfalmente a Hollywood. Explica a su productor habitual de la gran productora Películas Grandiosas, la idea genial y revolucionaria de hacer una película cómica enteramente muda, cosa que, con sano juicio, es rechazada de inmediato. Funn no se resigna y comienza a buscar a actores famosos de Hollywood que acepten trabajar en su película sin pronunciar palabra alguna, para convencer así a su productor de que la idea es factible. Con mil argucias, Funn va exponiendo su proyecto a cuanto famoso se le cruza por el camino.

    Comentario

    Mel Brooks parodia el cine mudo, llevando el gag hasta sus últimas consecuencias, en una deslumbrante película que cuenta con las presencias de algunas de las más brillantes estrellas del momento, como Paul Newman, Burt Reynolds Liza Minnelli, el famoso mimo francés Marcel Marceau o Anne Bancroft, la esposa del propio Brooks. El director es también el protagonista la historia, en la que se rodea de sus actores habituales, como Marty Feldman o Dom DeLuise, que aquí interpretan a dos famosos cómicos de Hollywood, Marty Eggs y Dem Bell. Ningún personaje pronuncia una sola palabra en toda la película, excepto una sola, al final, lo que no impide que en la película suenen todo tipo de ruidos y músicas. Una serie de espectaculares cameos, con Paul Newman interpretándose a sí mismo, ponen la guinda a esta enloquecida comedia.