El interrogatorio, la condena y la ejecución de la heroína y santa francesa medieval. El 23 de mayo de 1430 Juana de Arco (Maria Falconetti) una doncella de 19 años que viste ropas de hombre, cayó en manos del Duque de Borgoña. Vendida a los ingleses y arrastrada hasta Rouen (capital de las posesiones inglesas en Francia) fue llevada ante un tribunal eclesiástico. Lord Warwick, el gobernador de la ciudad, escogió a los jurados entre los aliados del Rey de Inglaterra, con el fin de obtener por todos los medios la condena a muerte de Juana y hacerla quemar en la plaza pública. Durante su proceso, Juana declara que ha combatido a los ingleses bajo la inspiración del Arcángel San Miguel. Además, afirma que San Miguel se le apareció con la promesa de salvar su alma. El tribunal la declara culpable y la condena a morir en la hoguera.
Inicio LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO (1928)





















