Intérpretes
Sinopsis
En la China del año 50 a de C. un ambicioso emperador llamado Han (Jet Li), apodado el emperador dragón, se propone conquistar el mundo al frente de un colosal ejército de diez mil hombres, ayudado por sus poderes mágicos. Pero la poderosa bruja Zi Yuan (Michelle Yeoh), que no está de su parte como pensaba el emperador, lanza un conjuro y convierte a Han y a todo su ejército en figuras de terracota. Dos mil años después, en Oxford en 1946, el explorador y arqueólogo Rick O’Connell (Brendan Fraser) y su amada esposa y compañera de aventuras Evelyn (Maria Bello), se recuperan de las emociones vividas como espías durante la segunda guerra mundial. Aburridos de su monótona vida, aceptan lo que parece un encargo rutinario de la Oficina de Asuntos Exteriores británica, devolver a un museo de Shanghai, de donde había sido robada, una valiosa reliquia. El viaje les da la oportunidad de reencontrarse con Jonathan (John Hannah), el hermano de Evelyn, que tiene en Shanghai un bar de ambiente egipcio denominado Imhoptep’s, el nombre de la momia a la que Rick, Evelyn y Jonathan se enfrentaron en el pasado. Alex (Luke Ford), el hijo de Rick y Evelyn ha crecido y se ha convertido en arqueólogo, y busca en el norte de China la tumba del emperador Han. Cuando Alex encuentra la tumba, una extraña mujer llamada Li (Isabella Leong), guardiana de la tumba del emperador, tratará de impedir que lleva a cabo el descubrimiento del mausoleo en el que, durante cientos de años, olvidados de todos, reposa la momia de Han. Alex viaja a Shanghai, para reunirse con sis padres y su tío, llevándose consigo la tumba, de la que pronto, mediante engaños, se hace cargo el general Yan (Anthony Wong), el jefe militar de la zona, logrando revivir al emperador Han y a sus diez mil guerreros de terracota. Han mantiene sus planes de conquistar el mundo. A Alex no le queda más remedio que pedir ayuda a las únicas personas que saben más que él acerca de los no muertos: sus padres. El monarca regresa a la vida con todo su poder, y su afán de dominación no ha hecho más que crecer en todos estos años. Sirviéndose de impresionantes poderes sobrenaturales, el Emperador Dragón cruzará el Lejano Oriente con su legión sin que nadie pueda detenerle… a menos que los O’Connell encuentren la forma de hacerlo.